El 29 de abril de 2003 una barrera hídrica sin terminar no soportó la fuerza del río Salado y todo quedó bajo agua en Santa Fe. La cifra de muertos oficial es 18, los organismos de derechos humanos hablan de 158. Hay una sola causa penal que podrá tener sentencia en los próximos meses.
“Andate porque te tapa el agua”, dijo el padre Axel, recién bajado de una canoa, a Jorge Castro. Fue exactamente hace once años, en una de las zonas periféricas de la ciudad de Santa Fe. El hombre regresó a su barrio, reunió a su familia y abandonó la casa. A las pocas horas, el río Salado, que ya estaba fuera de su cauce, arrasó gran parte de la ciudad. El gobierno provincial fijó por decreto la cifra de muertos en 18. Para los organismos de derechos humanos hubo 158. Hoy, Castro y su mujer -únicos querellantes en la causa penal- encabezarán la marcha junto a la agrupación "Carpa Negra por la Dignidad y la Justicia" para "mantener viva la memoria de los santafesinos" y pedir "castigo a los culpables". “La causa podría tener sentencia en los próximos meses”, explicó una fuente judicial a Infojus Noticias.
Durante estos once años el “Negro” Jorge Castro y su esposa, Milagros Demiryi, impulsaron una causa penal que en varias oportunidades estuvo cerca de prescribir. A principios de mes, el juez Cristian Fiz desestimó una presentación realizada por la defensa del ex intendente de Santa Fe, Marcelo Álvarez. Los abogados habían pedido la prescripción de la causa porque el proceso había superado el “plazo razonable” para el delito de estrago culposo agravado, que tiene una pena máxima de cinco años.
Para el magistrado está “fehacientemente probado” que Álvarez y otro de los acusados, el exministro de Obras y Servicios Públicos, Edgardo Berli, “se han desempeñado desde la comisión del hecho juzgado -y lo hacen actualmente- en la función pública", por lo que se extienden los plazos de prescripción. El tercer imputado es el exdirector provincial de Obras Hidráulicas, Ricardo Fratti.
La defensa del exintendente apeló la medida y la decisión quedó en manos de la Cámara de Apelaciones. En los próximos 35 días se llevaría a cabo la audiencia oral y pública en el marco del nuevo sistema penal. En caso de que el tribunal ratifique la decisión de mantener abierta la causa, el juez Fiz estaría en condiciones de fallar. “La causa podría tener sentencia en los próximos meses”, contó una fuente judicial.
El “Negro” Jorge Castro y su esposa, Milagros Demiryi, fueron parte de los más de cien mil evacuados que dejó la inundación. En la casa en la que vivían, en el barrio Roma, el agua llegó hasta el techo: destruyó muebles, electrodomésticos, fotos, y unos 800 libros y proyectos de investigación que ella había acumulado durante su carrera como docente universitaria. A once años de aquel día, todavía no cobraron la indemnización. Para poder constituirse en actores civiles –una figura parecida a la de querellante- debieron renunciar al subsidio que cobraron unas 20 mil familias.
La causa estuvo cinco años en etapa de Instrucción. Los abogados de la pareja pidieron que el exgobernador Carlos Reutemann fuera citado a declarar. Sostienen que el expiloto de Fórmula Uno sabía, al menos 24 horas antes, que la ciudad se iba a inundar. A pesar de eso, el entonces gobernador nunca dio la orden de evacuación.
La defensa hídrica de la ciudad había sido inaugurada en 1997. Seis años después, cuando el río Salado creció por el agua acumulada en el norte de la provincia y en Santiago del Estero, el tercer tramo del terraplén seguía inconcluso. Por ahí, hace once años, se coló el agua en la cuidad.
La Carpa Negra por la Dignidad y la Justicia, que nuclea a familiares y víctimas de la inundación y organismos de derechos humanos, mantiene “viva la memoria de los santafesinos”. Esta tarde marcharán hasta la Casa de Gobierno provincial para exigir, una vez más "castigo a los culpables".