A Damián Sepúlveda lo detuvieron el 13 de enero de 2013 en General Madariaga. A las pocas horas de estar preso, apareció muerto en su celda. La causa estaba parada y ayer se reactivó con la reconstrucción del hecho y la inspección ocular, de las que participó Gendarmería.
La causa por la muerte dudosa de Damián Sepúlveda, que apareció ahorcado con su remera en una comisaría de General Madariaga el 13 de enero de 2013, se reactivó ayer con la inspección ocular a la sede policial y con la reconstrucción del hecho. El fiscal Juan Pablo Calderón pidió en enero pasado nuevas pericias, que se concretaron con la intervención de la Gendarmería.
Sepúlveda fue detenido en la calle y trasladado a la comisaría. Horas después, apareció ahorcado en un celda. La familia -sobre todo su hermana, Teresa Tissera, ex oficial de la Bonaerense– no creyó la versión del suicidio. Desde entonces buscan que la Justicia investigue lo que pasó aquel día. El expediente está caratulado como “averiguación de causales de muerte” y aún no tiene imputados.
Los resultados de las pericias serán determinantes para que la causa empiece a moverse. Es que las dos autopsias hechas se contradicen entre sí: mientras los peritos de Lomas de Zamora dijeron que las lesiones encontradas en el cuerpo de Sepúlveda no son las que causaron la muerte y se inclinan por el suicidio, los peritos de parte señalaron que fue asesinado en la comisaría. Este informe realizado con la anuencia de la Suprema Corte bonaerense, por la Asesoría Pericial de La Plata, lleva la firma de Roxana Creimer. En él se dice que Sepúlveda tenía lesiones en la cabeza, en el cuello, tórax, brazos y espalda. También un escopetazo que no se mencionaba en la primera autopsia.
Ante esto, Calderón ordenó la revisión de las pericias por parte del equipo científico de Gendarmería quienes examinarán los videos de las autopsias y harán comparaciones con la reconstrucción de los hechos. “Los resultados de esa pericia serán determinantes”, dijo el fiscal a Infojus Noticias, aunque no pudo precisar la fecha del informe final.
Otro elemento importante que surgió de la inspección ocular a la comisaria de Madariaga es el hallazgo con luminol –producto químico para hallar manchas de sangre en escenas del crimen– de rastros que podrían ser de Sepúlveda. El muestreo de ADN también fue ordenado por Calderón.
Para la querella, representada por el abogado Julio Hikkilo, cada vez son menos las dudas de que la muerte de Sepúlveda se trató de un homicidio. “En la reconstrucción se pudo probar que el relato policial carece de sentido”, explicó.
Una de las cosas en las que se hizo foco durante la pericia fue en la posibilidad de suicidarse con una remera. Un gendarme de igual porte que Sepúlveda trató de atarse y colgarse de la reja con una prenda similar al a que tenía la víctima aquel día. Fue imposible hacer los nudos. “Y eso que el gendarme estaba consciente, Damián tenía una fractura de cráneo y otra de costilla además de otros golpes”, precisó el abogado.
También probaron hacer los nudos con la remera usada aquel día: ahí sí se pudieron concretar. Pero en este caso, quedó en evidencia que el relato de los policías –aseguraron que pudieron descolgarlo para tratar de salvarlo sin desatar la remera de la reja– es imposible de llevar a la práctica. “El relato policial se va desgranando”, concluyó Hikkilo.