Al agresor se le inició una causa judicial por infringir la ley de crueldad animal. El dueño del animal quedó aprehendido y ya se lo liberó. El caso se viralizó en las redes sociales porque un fotógrafo vio la escena y comenzó a perseguir al hombre pidiendo que parara.
Un hombre de 69 años ató a su perro dogo a la moto y lo arrastró hasta dejarlo moribundo. Cuando un fotógrafo de la localidad cordobesa de Villa Allende le pidió que parase el hombre no lo hizo: siguió con la mascota a rastras hasta verla inconsciente. Al agresor se le inició una causa judicial por infringir la ley de crueldad animal. Interviene la fiscalía N°4 distrito 6 de Córdoba.
“El responsable quedó aprehendido ese día y ya se lo liberó. Para asistir al perro intervino la Patrulla Ambiental y un veterinario del Poder Judicial, que lo curó antes del traslado para su total recuperación. El hombre dice que es de él, aunque no se lo van a devolver y por su violencia”, dijeron a Infojus Noticias fuentes de la Unidad Judicial de Villa Allende.
El caso se viralizó en las redes sociales porque Juan Marcelo Cáceres, un fotógrafo local, vio la escena y comenzó a perseguir al hombre pidiendo que parara. Al ver que el agresor seguía la marcha, empezó a sacarle fotos para denunciarlo y narró la situación en su Facebook: “El perro no pudo resistir más, estaba muy cansado y con sus 4 patas lastimadas, quemadas por el asfalto, no podía estar de pie. Se cae, fue arrastrado unos 3 metros, el señor seguía conduciendo como si nada”.
Cuando el hombre vio a su mascota agonizante, subió al perro a la moto y lo llevó a su casa, donde lo volvió a atar con una cadena. “Llamé al 103 para pedir ayuda. Me quedé todo el tiempo que el perro necesitaba para no dejar que se siga abusando. Vi caer en frente de mis ojos un perro agotado de tanto correr”, narró Cáceres.
La Patrulla Ambiental interviene cuando hay un hecho de lesiones culposas donde, por ejemplo, una persona es damnificada por mordeduras, o cuando un caballo es explotado para la tracción a sangre.
Según fuentes de la policía local el hombre, que vive en el Barrio Centro, ya es conocido por sus comportamientos agresivos. La caratula de la causa está signada por infligir la ley 14346, que en uno de sus artículos establece penas de 15 días a un año de prisión a quien cometa actos de crueldad como “lastimar y arrollar animales intencionalmente, causándoles torturas o sufrimientos innecesarios”, así como “matarlos por el solo espíritu de perversidad”.