Bahía Blanca: amenazaron de muerte a un testigo de crímenes de la Triple A
Un desconocido lo insultó y le dijo a Alberto Rodríguez que lo iban a "hacer cagar y que en mi familia iba a correr sangre". El hombre es testigo del asesinato del dirigente estudiantil David "Watu" Cilleruelo, en 1975. Ya hizo la denuncia ante el fiscal federal Alejandro Cantaro.
Un testigo directo de uno de los crímenes cometidos por la Triple A en Bahía Blanca denunció ante la Justicia Federal que su familia y él recibieron amenazas de muerte. Testigo del asesinato del dirigente estudiantil David "Watu" Cilleruelo, en 1975, Alberto Rodríguez denunció ante el fiscal federal Alejandro Salvador Cantaro que el sábado último fue sorprendido por una persona que lo amenazó de muerte cuando se encontraba en el centro cultural "La Panadería", de Bahía Blanca.
El testigo, que es actor, contó que después de un ensayo estaba con otras personas "fumando un cigarrillo en el patio, estaba el portón abierto y entró un muchacho joven, muy bien vestido". "Cuando le preguntaron qué quería, me señaló y me dijo 'vos cagaste a mi familia', me insultó y dijo que eso lo iba a pagar yo también", relató Rodríguez.
El testigo e integrante de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre señaló además que el desconocido le dijo que "me iban a hacer cagar y que en mi familia iba a correr sangre". Fue entonces que Rodríguez decidió presentar una denuncia ante el fiscal general federal Alejando Cantaro y posteriormente brindó su testimonio ante el fiscal José Nebbia, de la Unidad especializada en derechos humanos, quien inició una investigación.
En abril pasado, los fiscales Nebbia y Miguel Angel Palazzan pidieron que fueran investigados 22 homicidios cometidos por grupos paramilitares como la Triple A en Bahía Blanca entre entre 1974 y 1975, en la etapa del terrorismo de Estado anterior al golpe del 24 de marzo de 1976.
Los fiscales de la Unidad que investiga este tipo de delitos en Bahía Blanca, en su presentación, sostuvieron que estos casos cumplen "los requisitos típicos del crimen de lesa humanidad, toda vez que estamos hablando de asesinatos cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil" y "en el marco de un fenómeno de terrorismo de Estado".
"A partir de 1974, ya pueden identificarse las primeras intervenciones del grupo criminal en un claro proceso de penetración y purgamiento ideológico de los diferentes espacios de militancia gremial y estudiantil, aspecto que se intensificó al año siguiente", afirmaron Palazzani y Nebbia.
Desde 1974 la Triple A operó en la regional de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y después también en la Universidad Nacional del Sur (UNS), ambas en Bahía Blanca, "con el saldo de numerosos estudiantes asesinados". La penetración de la organización criminal en aquella institución educativa se instrumentó con la designación de Remus Tetu como rector interventor (de la UNS en 1975), por parte del ministro de Cultura y Educación Oscar Ivanissevich", precisaron los miembros del Ministerio Público.
Los 22 casos cuya investigación impulsan Nebbia y Palazzani tuvieron como víctimas a obreros y estudiantes, entre los que la presentación destaca en particular dos asesinatos. El primero de ellos fue el secuestro en septiembre de 1974 de Luis Jesús García, un joven obrero de 18 años y delegado sindical de la empresa constructora Interamerican en Ingeniero White, militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), cuyo cuerpo sin vida apareció horas después en un camino de tierra.
El otro caso fue el homicidio del dirigente estudiantil Cilleruello, de 23 años, militante de la Federación Juvenil Comunista, un crimen cometido el 3 de abril de 1975 dentro del edificio de la UNS por integrantes de "la patota contratada por el interventor" Remus Tetu, según numerosos testigos, entre ellos Rodríguez.
Télam/Ra
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