Después de agresiones verbales y físicas, un chico se defendió y le clavó una lapicera a su compañero haciéndole perder un ojo. Los padres hicieron una demanda y, 12 años después, la cartera educativa pagará una indemnización.
En la mañana del 5 de abril de 2011, cuando tenía 13 años, C.A.A, perdió un ojo. LMN, un compañero de grado que era hostigado por el chico, le clavó una lapicera en el patio de la Escuela n°3 "Domingo Faustino Sarmiento" de Benito Juárez. A LMN le abrieron una causa penal por lesiones en el Tribunal de Menores de Azul. Además, los padres de CAA, iniciaron una causa civil contra los padres del chico que atacó a su hijo y contra la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires.
Ahora los jueces de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial confirmaron la condena de primera instancia y la cartera educativa deberá indemnizar al chico que perdió el ojo por un total de 360.548 pesos.
En la sentencia, los jueces Víctor Mario Peralta Reyes, María Inés Longobardi y Jorge Mario Galdós, consideraron que los docentes no cumplieron con “el deber de cuidado sobre los alumnos que se encontraban bajo el control de la autoridad educativa.” Y que el hecho podría haberse evitado.
Trajeron a colación lo que LMN contó en el juzgado de menores. Esa mañana en el primer recreo, el de las 10 de la mañana, C.A.A. insultó a su compañero. En el segundo recreo lo volvió a retar, y de la agresión verbal pasó a los golpes de puño.
En el tercer recreo, le volvió a pegar y L. M. N reaccionó: “tomó con su mano derecha una lapicera del bolsillo de su pantalón para contrarrestar la agresión de la que era víctima; que se cubrió de un golpe lanzado por C.AA. con los dos puños a la vez; y que con la lapicera le pega en un ojo a su agresor, aunque no dirigió la lapicera a un lugar determinado del rostro, pese a que finalmente lo lesiona en la vista”, se lee en el expediente del juzgado de menores.
El juez civil de primera instancia, consideró que los maestros, preceptores y directivos del establecimiento educativo, de hallarse en el patio durante el recreo, podrían haber evitado el desenlace. Esa sentencia fue apelada por la Fiscalía de Estado provincial, en representación del gobierno provincial, pero los jueces de Cámara coincidieron con el titular del juzgado de primera instancia y condenaron a la provincia a indemnizar al joven por lesión a la integridad psicofísica, gastos terapéuticos, gastos colaterales a los terapéuticos y daño moral. Y aumentaron el monto de la indemnización de 130 mil a más de 360 mil pesos.