Una fuente vinculada a la investigación explicó que la actitud de Marcelo Ezequiel Lezmo es tranquila y respetuosa y que, a pesar de haberse negado a declarar hoy, mostró una actitud cooperativa. También se descartó que se tratara de una red de robo de niños.
Esta mañana Marcelo Ezequiel Lezmo amaneció detenido San Nicolás. Fue su segunda noche preso y la primera en el lugar. La otra la pasó en la comisaría de Dean Funes, Córdoba, donde el lunes a la mañana fue detenido, acusado de sustracción de menores. Estaba junto a Kiara, la beba de 18 meses desaparecida desde el viernes cuando su mamá la dejó al cuidado de una amiga. “Esta mañana me presenté ante él y me dijo que iba a declarar”, dijo el fiscal Ariel Tempo a Infojus Noticias. “Después hizo uso de su derecho a abstenerse a declarar por consejo de su defensor oficial, pero al parecer podría pedir declarar en los próximos días”. Tempo también ordenó estudios de salud para Lezmo y la nena, “es lo que indica el protocolo”. Los otros tres detenidos de la causa son Carla Berlingeri y dos jóvenes de 20 años de apellidos Rodríguez y González. Todos están imputados por la infracción del al artículo 146 del Código Penal, que prevé penas de entre cinco y quince años de prisión por “sustracción de menores de diez años”.
Marcelo tiene 26 años y todos lo conocen como “el tucumano” y desde muy chico está en situación de calle. Sus días pasan entre San Nicolás, Zárate y San Pedro. En todos lados se dedica a lo mismo: limpia vidrios y hace malabares en la esquina a cambio de unas monedas. El viernes a la tardecita fue a la de General Savio y De la Nación. La más concurrida de San Nicolás. Ahí se encontró con Carla Berlingeri, la mujer de 27 años, a quien la mamá de Kiara se la había dejado cuidando. Carla, a su vez, sin esperar que volviera su amiga para devolverle la nena, se fue con otra amiga en un ciclomotor y se la dejó a Marcelo para que se la diera cuando llegara. Cuando la mamá de Kiara volvió a la esquina no había nadie. Marcelo se la había llevado unos minutos antes hasta una plaza. Volvió poco después. Pero la chica ya se había ido a la casa de Carla y como no la encontró, se fue a la suya. La volvió a buscar al día siguiente. Carla le dijo que ya se la había dado y discutieron. La mamá y la abuela de Kiara fueron a hacer la denuncia. Había pasado un día desde la última vez que vieron a la beba.
Marcelo volvió a la esquina indicada y estuvo ahí hasta aproximadamente las 3 de la mañana. Nadie lo vio hasta el lunes. Fue entonces cuando una mujer que le había dado cobijo en su casa en el barrio Moreyra Ross, en Dean Funes, llamó a la policía local y avisó que en su casa estaba un hombre con una nena cuya descripción se correspondía con la de Kiara. La casa de la mujer está a metros de la ruta 60, donde el sábado a la noche Lezmo estaba haciendo dedo con la nena en brazos. Buscaba llegar a Tucumán. Al matrimonio que lo hospedó les dijo que era el padre biológico de la nena y que iba a la casa de su madre. La nena siempre estuvo tranquila con Lezmo. A la policía cuando lo detuvo les dijo que la había encontrado abandonada y que la llevaba a Tucumán para que la cuidara su mamá.
Una fuente vinculada a la investigación explicó que la actitud de Lezmo en todo momento, fue dócil, educada y respetuosa y, a pesar de haberse negado a declarar hoy, mostró una actitud cooperativa. La misma fuente contrastó su actitud con la de Berlingeri. “Es una persona que perjudicó la investigación. Negaba todo. No había forma de hacerle entender que había una nena desaparecida y que su colaboración podía ser clave. Hizo perder horas claves en la causa”.
Los otros dos detenidos también crecieron en la calle y viven de limpiar vidrios en los semáforos de San Nicolás. Tienen 20 años y su situación es menos complicada que la de Berlingeri y Lezmo. “Ellos prácticamente podría decirse que no tuvieron nada que ver. Solo estaban con Carla cuando a ella le dejaron la nena, pero nada más. Acá, si hay algo que está prácticamente descartado es que se hayan llevado a la nena con fines de lucrar o por contactos con una red de robo de niños. No da el perfil. Lezmo es un persona joven, tranquila, sin antecedentes penales. A lo sumo, lo que puede haber habido es una trama más de que la quisiera para pedir limosna o porque de verdad pensara que la habían abandonado”.