Florencia Trías le tiró agua caliente a su novio Matías Cuello, luego de una discusión. La beba de ambos, que estaba al lado del padre, se salvó de milagro. El joven murió días después. Hoy un tribunal condenó a la chica, que no presenció la lectura de la sentencia.
Los vecinos de la localidad de Manuel Alberti, en Pilar, escucharon los gritos. “¿Qué me hiciste? ¡Me quemaste! ¡Me quemaste!”, le decía Matías Cuello a su novia, Florencia Trías, en la habitación que alquilaban. La joven de 19 años le había tirado agua hirviendo en la cara. Morena, la pequeña hija de seis meses de la pareja, se salvó de milagro: estaba al lado del padre. Matías soportó con la mitad de su cuerpo quemado durante 22 días hasta que el 7 de mayo del año pasado murió. Esta mañana, el Tribunal Oral Criminal N° 4 de San Isidro, condenó a 9 años de prisión a Trías acusada de la muerte del joven de 24 años.
El 15 de abril de 2012 la pareja discutió hasta que la joven agarró la pava eléctrica en la que estaba calentando agua y le arrojó el líquido hirviendo a su novio. Después escapó con su pequeña hija. Trías estuvo prófuga durante cinco días cuando finalmente se presentó en la Dirección de Investigaciones de Pilar y quedó detenida.
Trías planteó diferentes versiones de los hechos ante la Justicia. Primero dijo que no estaba en la habitación en el momento en que su novio sufrió las quemaduras. Después deslizó que había sido un accidente. Finalmente, la joven dijo que su pareja la agredió y ella intentó defenderse. Pero los peritajes demostraron lo contrario: la chica quiso matar a Matías. Cuando llegó el debate oral ella se negó a declarar. Trías tampoco estuvo durante la lectura de la sentencia. El fallo, que la condenó a 9 años de prisión, fue dividido: los jueces Federico Ecke y Hernán San Martín votaron por la condena, mientras que el juez Osvaldo Alberto Rossi votó en disidencia por la absolución de la acusada.
Según se desprende de la causa, el joven muerto era víctima de violencia familiar. “Mi hijo una vez vino con la frente cortada, en otra oportunidad con los ojos morados. Ella lo golpeaba con un palo. Nosotros le habíamos recomendado que hiciera una denuncia”, explicó a Infojus Noticias Luis Cuello, el padre de Matías.
Trías llegó al juicio cumpliendo prisión domiciliaria en la casa de sus padres. También vivía con la hija que tuvo con su pareja, que hoy tiene un año y medio. La familia Cuello no ve a su nieta desde el 29 de marzo de este año. La madre de la joven condenada por asesinato no cumple con la mediación en la que acordaron que llevaría dos veces por semana a la pequeña para que se encuentre con sus abuelos paternos. “Hace siete meses que no vemos a nuestra nieta. Ahora vamos a tratar de hacer algún tipo de presentación para que se cumpla el régimen de visitas”, dijo Cuello.
El juicio que condenó a Trías comenzó el 15 de octubre. La Fiscalía y la querella consideraron que el hecho fue un "homicidio simple". La fiscal, Laura Zyseskind, había pedido 20 años de prisión. La familia de Matías no está conforme con la condena y apelarán al fallo de primera instancia.
En términos de violencia intrafamiliar, las mujeres suelen ser las víctimas y los varones victimarios. Según el último informe de la Oficina de Violencia Doméstica, que depende de la Corte Suprema de la nación, de 751 denuncias por violencia doméstica registradas por este organismo durante el mes de junio, solo en el 8% de los casos las víctimas son varones.
De acuerdo con estadísticas del Programa las Víctimas contra las Violencias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, que dirige Eva Giberti, en julio la Brigada móvil de atención a víctimas de violencia familiar intervino en los casos de 208 víctimas de distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires. Sólo el 31% de esas víctimas fueron varones -y en su mayoría niños y adolescentes-.
En estos casos, los medios suelen hablar de violencia de género “al revés”. Pero los expertos cuestionan que se use esa expresión. No existe la violencia de género a la inversa.
Informe: Gabriela Yanzón