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Infojus Noticias

4-9-2015|11:45|Condena Buenos AiresProvinciales
Mar del Plata

Condenaron a perpetua a un ex sargento de la Bonaerense por homicidio

Se trata de Carlos Córdoba sentenciado por el asesinato de Alejandro Sosa, perpetrado el 11 de marzo de 2013 en Mar del Plata. La víctima fue detenida en un procedimiento ilegal. Córdoba lo golpeó mientras estaba esposado y lo dejó morir en un calabozo. Los jueces pidieron que se investigue a otros uniformados.

  • Marcelo Núñez
Por: Juan Carrá

Un ex sargento de la Policía Bonaerense fue condenado a prisión perpetua acusado del asesinato a golpes de Alejandro Sosa. El crimen fue cometido durante un procedimiento que terminó con la detención ilegal, la golpiza y el herido dentro de un calabozo en la comisaría tercera de Mar del Plata. Ahí murió sin ser atendido. El fallo fue dictado ayer por el Tribunal Oral Criminal 4 y además de la condena para el autor material, pidió a la Fiscalía General que se investigue a los uniformados que estuvieron el lunes 11 de marzo de 2013 en la comisaría para establecer las responsabilidades solidarias.

El abogado que representó a la familia de Sosa, César Sivo, dijo a Infojus Noticias que “si bien la condena al autor material es buena, aún queda el sabor amargo de que, a dos años del hecho, haya una causa frenada en la que hay 8 policías informados, pero ningún procesado ni indagado”. El querellante apuntó, además, que tampoco se avanzó en establecer la responsabilidad de los dos civiles que acompañaron y apoyaron a Córdoba mientras golpeaba a Sosa.

Tres días antes de su muerte, Alejandro Sosa, de 41 años, escuchó ruidos en su casa. Tomó un arma y realizó un disparo al aire. Entonces vio por la ventana a un hombre que escapaba. El 11 de marzo volvió a verlo, estaba charlando con un mecánico de su barrio y con el entonces sargento de la Policía Bonaerense Carlos Córdoba. Al ver a Sosa, el ayudante del mecánico dijo que ese que iba ahí –señalando a Sosa– le había querido robar la moto. Entonces Córdoba, acompañado por los otros dos, comenzó a perseguirlo.

Sosa se refugió en su casa de Martí al 1700. El policía, arma en mano, rompió la puerta a patadas y lo detuvo. Con las manos esposadas en la espalda, Sosa quedó tirado en el patio de su casa. La mamá y los hijos del hombre vieron lo que estaba pasando y trataron de acercarse. El policía, entonces, los apuntó y les dijo que no se movieran. Ahí, tirado en el piso, sin poder defenderse, Sosa recibió una lluvia de patadas que le fracturaron las costillas y le lesionaron el hígado.

Según planteó el fiscal Fernando Berligeri en su alegato –en el que había pedido que se condene a Córdoba a perpetua– la golpiza y la detención ilegal fueron presenciadas por dos personas –que serían el mecánico y su ayudante–. Por eso había pedido que se iniciara una nueva causa para investigarlos, pero los jueces Alfredo De Leonardis, Gustavo Fissore y Jorge Peralta, en el fallo no hicieron lugar al pedido. Sivo, en este sentido, confirmó a Infojus Noticias que a pesar del fallo el Ministerio Público iniciará la investigación.

Tras la golpiza, Sosa fue trasladado a la comisaría tercera sin siquiera cumplir con el protocolo de llevarlo a Cuerpo Médico. Alojado en un calabozo estuvo bajo supervisión policial. “Me duele la panza, llamá una ambulancia”, le pidió a uno de los guardias que se acercó a verlo. Este uniformado era Cristian Masitelli. Él confirmó en el debate oral que fue la última persona que escuchó a la víctima. “Recordó que esa jornada llegó a la comisaría a las 18.20 y que el titular lo mandó al cuarto del fondo para que vea ‘cómo estaba el aprehendido’” y que lo vio tirado en el piso, esposado y con sangre en la boca. “Le pregunté cómo estaba y me dijo que le dolía la panza y me pidió que llamara una ambulancia”, señaló Masitelli, pero ante la demora decidió hacer el traslado en patrullero. Sosa murió antes de salir de la comisaría.

La desatención de Sosa luego de su detención que lo llevó a la muerte quedó probada durante el debate. “También quedó probado que se alteraron documentos públicos como el libro de guardia de la comisaría y que hubo una falsa denuncia en la que Sosa estaba imputado con la que se intentó encubrir el crimen”, explicó Sivo.

El fallo del TOC 4, también, ordenó que se le notifique al Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires el funcionamiento deficitario del Cuerpo Médico policial ante la falta del cumplimiento de los protocoles que se evidenciaron en este caso.

JC/PW

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