La salida de Daniel Gregorio Nis se produjo en medio del escándalo que sacude a esa fuerza desde que la semana pasada se conoció un informe televisivo que mostraba los vínculos de un grupo de efectivos con el narcotráfico.
El escándalo que rodea a la policía cordobesa crece día tras día. El segundo jefe de la división de la policía de la provincia de Córdoba dedicada a combatir el narcotráfico dejó su cargo. Lo hizo tras pedir carpeta médica y ahora esa área de la fuerza quedó casi sin oficiales jerárquicos. Durante los allanamientos a la jefatura se encontraron drogas y hay discrepancias respecto de para qué estaban ahí. El fiscal Enrique Senestrari afirmó que investigará hasta las últimas consecuencias “involucre a quien involucre”. Fuentes judiciales confirmaron a Infojus Noticias que están indagando a los cinco policías detenidos.
La salida de Daniel Gregorio Nis, segundo de la división de la policía cordobesa para combatir al narcotráfico, se produjo en medio del escándalo que sacude a esa fuerza desde que la semana pasada se conoció un informe televisivo que mostraba los vínculos de un grupo de efectivos con bandas narco. El miércoles ya habían sido detenidos cinco policías de la Dirección General de Lucha contra el narcotráfico, entre los que esta quien era el jefe de esa área, Rafael Sosa. Los otros detenidos son Franco Argüello, Fabián D´Attoli, Mario Osorio y Alfredo Saine.
Los cinco se entregaron tras conocerse la orden de captura dictada por el juez federal Ricardo Bustos Fierro y el fiscal Senestrari. El fiscal los imputó por asociación ilícita, falsedad ideológica, falso testimonio y algo más grave: privación ilegal de la libertad. El juez estuvo de acuerdo. En estos momentos, Senestrari y Bustos Fierro comenzaron a indagarlos.
La justicia también allanó en los últimos días tanto la Jefatura de Policía, dependencias de la división narcotráfico, como la casa de los sospechados, y secuestró droga que no estaba identificada y que, según expresó el fiscal del caso, sería utilizada por los policías para ser "plantada" a personas inocentes para luego extorsionarlas. Armas con la numeración limada y de uso civil también habrían sido halladas durante los procedimientos.
“Es droga que está bajo custodia con un oficio para el entrenamiento de los perros”, afirmó el jefe de Gabinete provincial, Oscar González, para explicar por qué había estupefacientes en dependencias de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico.
En declaraciones radiales, Senestrari dijo que el vínculo entre policía y narcotráfico se da a nivel mundial y no solo cordobés y destacó que lo que hubo en el caso que lleva su fiscalía son "actividades ilegales, como la incorporación de un agente encubierto sin autorización judicial que ocasionó gravísimos problemas, porque hubo personas que llegaron a ser condenadas por información falsa, acusadas por pruebas ilegales con procedimientos que no correspondía hacer".
Todo empezó en la tele
La presunta vinculación entre la policía y el narcotráfico se conoció públicamente el miércoles pasado en el programa de investigación ADN, que emite canal 10 de la Universidad Nacional de Córdoba. Allí Juan Francisco “El Francés” Viarnes, un colaborador encubierto de la policía, dijo que hombres de la Dirección de Drogas, incluido su jefe Rafael Sosa, desviaban una parte de la droga incautada en los operativos. Según sus dichos, la vendían a los propios narcos, o la usaban para pagar a informantes y armar causas.
La investigación que se mostró públicamente a través canal 10, en rigor había empezado mucho antes y en silencio. El 8 de agosto Viarnes, había decidido hablar sobre las changas que hacía para la policía. Y sobre todo, de las conexiones entre los barones provinciales del narcotráfico y los policías que decían combatirlo. El fiscal empezó a buscar las pruebas para probar las acusaciones.
Después de la emisión del programa ADN, las esquirlas dispararon para todos lados. El fiscal se quejó: quería atraparlos con las manos en la blanca, pero la publicidad de esa investigación en curso lo privó del factor sorpresa. El jueves los policías fueron licenciados de sus cargos.
En las primeras horas del sábado el oficial principal Juan Alós -también mencionado en el programa- apareció muerto en su auto, de un balazo en la cabeza. El fiscal del caso –Emilio Drazile- opinó que era un suicidio. Entre otras cosas, porque Alós dejó una carta para limpiar su nombre. En el escrito el oficial aprovechó para apuntar contra el periodista Tomás Méndez del programa ADN, y contra Viarnes, el colaborador encubierto de la policía. A su entierro en Altagracia se acercaron unos 300 policías. El jefe, Ramón Frías, culpó por su muerte al fiscal Senestrari. Cuando llegó, Frías saludó cálidamente a Sosa. Eso junto al hecho que fue la cúpula completa al entierro –algo que solo se hace cuando un efectivo muere en servicio, lo cual no era en este caso- fue un claro mensaje. Estaban unidos frente a la investigación judicial que caía sobre ellos.
"Hay pruebas suficientes contra esos policías, y no lo digo yo. El trabajo que hace un fiscal siempre es revisado y controlado por un juez federal que es el que asume la mayor responsabilidad en
eso porque es el que dice: `vaya, rompa la puerta, intervenga ese teléfono, detenga a esa persona, retire las cosas que resulten útiles´. Yo como fiscal las pido, el juez las lleva a cabo".
Senestrari afirmó que "no le cambia" su estado de ánimo ni "el trabajo que realiza la fiscalía", en referencia a las recientes declaraciones del gobernador cordobés José Manuel de la Sota, que duda del trabajo del representante del Ministerio Público.
Respecto de las implicancias políticas del caso, Senestrari dijo "no hago política en el sentido de militancia partidiaria, no tengo contactos para realizar esta investigación con ningún político del gobierno nacional. La única comunicación que he tenido con la Procuradora (General de la Nación, Alejandra Gils Carbó) fue cuando me preguntó si necesitaba algún tipo de apoyo, fundamentalmente después de las declaraciones de políticos de la provincia de Córdoba contra el trabajo de la fiscalía", aseveró Senestrari.
Bajo la consigna “De la Sota Nunca más”, a través de las redes sociales, se convoca para realizar el próximo miércoles a las 18 hs, una marcha que se opone a la gestión del gobernador cordobés. El encuentro es en la ex plaza Vélez Sarfield y entre los motivos de la convocatoria se señala el hartazgo ante la inacción política frente a los incendios que azotaron la provincia, el apoyo a los “narcofuncionarios” o “que aparezca gente muerta en el río atrás de la casa de gobierno”.