Fuentes de la investigación no piensan en otra hipótesis que la del femicidio. El único sospechoso sigue siendo Gonzalo Lizarralde, acusado de haber apuñalado a Paola Acosta, la madre de Martina, su primera hija, y de haberlas arrojado al fondo de una alcantarilla de barrio Alto Alberdi. La beba continúa en terapia intensiva.
Las últimas novedades en la investigación por el crimen de la alcantarilla sumaron la recolección de nuevas pruebas en contra del único sospechoso, Gonzalo Lizarralde. En efecto, se realizó una inspección ocular en el lugar del hecho y se secuestraron filmaciones de los locales comerciales de la familia -una fabrica de sanguches y una panadería-, que están a ocho cuadras del lugar donde apareció el cuerpo. Además, el abogado del acusado pidió que el fiscal prepare una nueva indagatoria para las próximas horas. Lizarralde está acusado de haber apuñalado a Paola Acosta, la madre de Martina, su primera hija, y de haberlas arrojado al fondo de una alcantarilla de barrio Alto Alberdi.
Según dijeron fuentes judiciales a Infojus Noticias, los resultados de la autopsia arrojaron una certeza: la puñalada en el cuello que recibió Paola fue la herida mortal. El informe sostuvo que tiene cuatro heridas de arma blanca, además de golpes en los brazos y el cuerpo, signo de que se defendió. En este sentido, se precisó que la mujer murió en un lapso de tiempo de entre 48 y 72 horas antes que se encontrara su cuerpo.
El único detenido es Lizarrade, un fotógrafo de 33 años que trabaja de distribuir los sándwiches de “Nona Isolina”, el negocio de sus padres, una panadería tradicional de Córdoba. En la camioneta Peugeot Expres blanca que usa para trabajar se encontraron manchas de sangre seca, pese a que Lizarralde lo llevó a un lavadero después y dejó buena propina a los trabajadores. La fiscal Eve Flores, experta en violencia familiar, lo imputó por homicidio calificado agravado por el vínculo y abandono de persona, en el caso de la niña. Ahora, de acuerdo a lo que la fiscal dijo a Infojus Noticias, se está esperando el resultado del ADN de la sangre, pero el grupo y factor coincidirían con el de Paola Acosta.
La estrategia de la defensa de Lizarralde es que la fiscalìa ejerza la indagación lo antes posible. “Necesito que le tomen declaración urgente para poder conocer el sumario y ejercer la defensa”, se quejó su abogado, Sebastián Macari Gaido. El letrado dijo que espera que su cliente sea interrogado el jueves. La investigación está esperando las últimas pruebas para cerrar la imputación. Según confirmaron desde la sección de Homicidios que investiga el hecho, por ahora no habría ninguna línea de investigación paralela. Algunos medios hablaron, en las últimas horas, de un presunto cómplice. La justicia lo desmintió.
En las últimas horas, además, la familia de Paola y Martina dijeron que la niña de 1 año y 9 meses podría haber sido arrojada a la alcantarilla después del crimen de su madre. Esa hipótesis contrasta contra lo que sospechan los investigadores del caso: que Martina fue arrojada a la alcantarilla junto a su madre Paola Acosta y que pudo sobrevivir unas 48 horas gracias a que ingirió líquidos que fluyen por el conducto.
Peritos de la Policía Judicial realizaron mediciones de la disponibilidad de oxígeno en el interior de la alcantarilla ubicada en Zípoli e Igualdad, en barrio Alto Alberdi. Desde allí fue trasladada Martina hasta el Hospital de Niños, donde aún se encuentra en terapia intensiva. Los médicos indicaron que pasó una buena noche pero continúa con riesgo infeccioso. Según el parte oficial, "continúa con antibiótico endovenoso y en las próximas horas tiene programada una curación bajo anestesia en el quirófano, para tratar las heridas que tiene en el tórax". Además, "la lesión que tiene es bastante severa en el muslo", debido a que sufrió fractura de fémur, pero fue optimista en ese aspecto al señalar que "no ha progresado desfavorablemente".
La otra novedad la protagonizó hace unos días el fiscal Miguel Oyanharte, sobre quien había recaído inicialmente el caso. En el mediodía del lunes fue apartado de la investigación. La familia de Paola lo criticó duramente. “La vida de mi sobrina estuvo en riesgo porque desde un primer momento la fiscalía se demoró muchísimo en activar la búsqueda. En la Unidad Judicial llegaron a decirnos varias veces que Paola se había ido por su cuenta, cuando todo indicaba que detrás estaba la ex pareja”, señalo a Infojus Noticias Marina Acosta, la hermana menor de Paola. En las primeras horas, Oyanharte no había ordenado medidas e incluso se demoró en enviar el expediente a los detectives de la división Homicidios de la Policía de Córdoba. Los familiares pedirían una investigación sumaria sobre su actuación.
En lo que va del año, once mujeres ya fueron asesinadas en Córdoba por sus parejas o ex parejas. Otras 26 murieron el año pasado. Paola Acosta fue el último caso. Martina, de apenas un año y nueve meses, estuvo abandonada entre uno y tres días en ese sumidero asqueroso, donde el agua de lluvia se junta con la basura. El domingo, cuando una vecina la escuchó llorar y llamó a la Policía, la encontraron acostada sobre el cadáver de su madre, Paola Acosta, de 36 años.