Por tercera vez, cambió la fecha estipulada para los alegatos y la sentencia. En esta ocasión, la dilación se debe a que uno de los acusados del crimen de Cassandre Bouvier y Houria Moumni, asesinadas en Salta en julio de 2011, pidió ampliar su declaración.
Uno de los acusados de los asesinatos de las turistas francesas, cometidos en julio de 2011 en Salta, pidió ampliar su declaración ante el tribunal que lo juzga, que ahora deberá reprogramar las fechas de alegatos y sentencia, previstos para el jueves y lunes próximos, respectivamente.
Los alegatos en el juicio de la causa debían comenzar este jueves pero la defensa de Gustavo Lasi, a cargo de Matías Adet y Horcio Morales, pidió la fijación de una nueva audiencia y la reprogramación del cronograma fijado la semana pasada en el juicio. Los alegatos quedarán entonces para la semana próxima - miércoles y jueves- y la sentencia podría darse el viernes 30.
Los acusados del crimen son Lasi (26), Daniel Octavio Eduardo Vilte Laxi (27) y Santos Clemente Vera (35), todos imputados como probables autores responsables del delito de doble homicidio calificado criminis causa con abuso sexual agravado y robo calificado en concurso real. Omar Darío Ramos (39) y Antonio Eduardo Sandoval (64), están imputados como probables autores responsables del delito de encubrimiento calificado.
El final del juicio que comenzó el 25 de marzo estaba previsto para el viernes 16, aunque el tribunal decidió extenderlo una semana para darle un tiempo extra a los defensores y querellantes en la elaboración de los alegatos. A mediados de abril, para acortar el juicio, la defensa de Vilte Laxi desistió del pedido de declaración de por lo menos 25 policías, ya que en un principio los habían sugerido pero entendieron que no aportarían y solo dilatarían el proceso.
“Lo siento, estoy muy triste”, dijo a Infojus Noticias Helene Kottak, la madre de Cassandre, el día que comenzó el juicio. Jean Michel Bouvier, el padre, se mantuvo junto a ella y su hija en todas las etapas, acompañados por una traductora que les dispuso el Poder Judicial de Salta. Los padres de Houria también viajaron a la Argentina junto a uno de sus hijos para presenciar la audiencia, y volvieron a su país a fines de abril.
Los familiares de las turistas unidos como querella conjunta son doce y están representados por el apoderado Nicolás Durrieu y los abogados Federico Rodríguez Spuch y Nicolás Ortiz.
Más de 200 testigos
El juicio por el que pasaron más de 200 testigos incluyó teleconferencias desde Europa, en las que hablaron los peritos del cuerpo forense de Francia que hicieron las autopsias. El 29 de julio de 2011, los cuerpos de Cassandre, de 29 años, y Houria, de 23, fueron encontrados en un centro turístico a doce kilómetros de la ciudad de Salta.
Los forenses franceses dijeron que Cassandre sufrió una sola lesión mortal con un disparo muy cercano y un proyectil de calibre pequeño: “La persona sobrevivió en un estado de coma o muerte cerebral durante un tiempo de alrededor de una hora. Tenía lesiones de penetración sexual vaginal y anal antes de la muerte”, dijo Bernard Marc, jefe de servicio de medicina legal francés.
Cassandre y Houria se habían alojado en el “Hostal del Cerro” y según el expediente el viernes 15 le comentaron a la dueña que iba a viajar a la quebrada de San Lorenzo y si podían dejar sus mochilas en la habitación. El sábado no las volvió a ver más.
“El lunes a la mañana al ver que las chicas no regresaban decidí sacar las mochilas de la habitación y guardarlas en el depósito. Al notar que en una había una notebook la guardó en un cuarto aparte, donde tenía cofre de seguridad. Al pasar los días estaba pensando dar aviso a las autoridades”, dijo la dueña del Hostal, Rosa Gómez Mollet, en su declaración indagatoria.
Mujeres sospechosas
La mujer no avisó a las autoridades y eso llamó la atención de los investigadores, ya que no les pareció normal que las turistas hubieran dejado sus únicas pertenencias en el Hostal y nadie lo denunciara. Gómez Mollet después del crimen cerró su negocio y se fue a trabajar a Europa. Desde un juzgado de Madrid, declaró por videoconferencia que “las francesas le habían comentado que se encontrarían con otra persona en su excursión a la quebrada”. Cuando le preguntaron por qué no denunció dijo que “supuso que se habían ido a otro lugar”.
A la declaración de los genetistas argentinos Daniel Corach, director del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la UBA, y Eduardo Raimondi, director de la Fundación Favaloro, se sumaron Laisa Serrano, Federico Cañizares y Amieva Castro.
En su declaración indagatoria, el padre de Cassandre aportó unos anteojos Ray-Ban y pidió que se investigue a una mujer que aparecía en las últimas fotos que habían sido captadas con la cámara de su hija. Entre esas tomas, había una mujer de anteojos junto a las francesas. Pero pese a las hipótesis de algunos medios periodísticos, los jueces desestimaron la importancia de las fotos.
El imputado Vilte Laxi es defendido por Marcelo Arancibia y el abogado José Vargas tiene a su cargo la defensa técnica del imputado Santos Clemente Vera. La representación de los imputados Ramos y Sandoval está a cargo de la defensora oficial Irma Jovanovich y el fiscal en la causa es Félix Elías.
Gustavo Lasi, el imputado que habla
Lasi es el único de los imputados que admitió participación en el hecho durante la etapa de Instrucción de la causa, aunque al dar su versión aseguró que Vilte Laxi y Vera lo obligaron a abusar sexualmente de las mujeres. El acusado dijo que cuando se retiró del lugar de los hechos Bouvier y Moumni aún estaban con vida, por lo que no supo que pasó después ni quien las mató.
Las pruebas de ADN confirmaron la existencia de material genético de Lasi en las víctimas, mientras que las muestras analizadas por Daniel Corach, del Laboratorio de Huellas Genéticas, indican que también hay rastros de material genético de Vera, aunque no de Vilte Laxi.
Aunque resultados de las pericias de Corach no coinciden con las pruebas realizadas por un equipo de peritos de Francia y por el perito de parte Eduardo Raimondi, de la Fundación Favaloro, que muestran material genético de Lasi, pero no de Vera en las víctimas.
Vera y Vilte siempre negaron haber participado en el doble crimen y sostienen que Lasi encubre a alguien cuando los acusa.