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Leonardo Aguilera, el hombre que fue detenido por el crimen del nene que apareció muerto en un descampado, en la localidad balnearia de Ostende, habló con la prensa luego de que el fiscal Juan Pablo Calderón pidiera su libertad y aseguró no ser padre de la criatura. Además, Leonardo afirmó que ni siquiera conoce a Claudia Ayala, ahora única imputada por el asesinato de su hijo de dos años.

El joven –separado y padre de cuatro hijos– contó que se sorprendió cuando la policía lo detuvo y que, en ningún momento, le dijeron cuál era el motivo. También relató que le mostraron fotos de Ayala y que le decían que estaba saliendo con ella. Sin embargo, Aguilera negó conocer a la madre del bebé que fue hallado sin vida en la ciudad balnearia y, sobre todo, precisó que no es el padre biológico del chico.

Hoy, Ayala –detenida desde el lunes– será llamada a declaración indagatoria, acusada de “homicidio calificado por el vínculo” de su hijo, el cual contempla una pena de prisión perpetua. El fiscal se encuentra a la espera de los resultados de la autopsia del niño, demorados debido al estado en el que se encontraba el cuerpo al momento de su hallazgo.

Durante la jornada de ayer, el fiscal Calderón pidió la libertad de Aguilera (30), quien había quedado demorado tras conocerse el crimen. El fiscal resolvió su liberación luego de diversas declaraciones de testigos –entre ellos, un familiar de Aguilera–, que lo habían ubicado durante todo el fin de semana en la localidad bonaerense de General Guido, junto a sus hijos, en la casa de su madre.

En tanto, la situación de Ayala quedó comprometida ante las contradicciones en las que incurrió ante los investigadores cuando intentó responsabilizar a Aguilera en el homicidio del niño, producto de una relación extramatrimonial.  Según publicó la agencia Télam, la mujer había declarado que, durante el fin de semana, habían discutido en un auto estacionado frente a su casa y, producto de ello, Aguilera había llevado al niño al asiento trasero y lo había asfixiado con sus propias manos.

La mujer también sostuvo que el joven había arrojado al nene al descampado, antes de huir pero indicó un lugar distinto al sitio donde había sido hallado el cadáver, muy cercano a su casa. Al ser interrogada, Ayala no pudo explicar por qué no había llevado al niño inconsciente al hospital o, al menos, denunciado el hecho en la comisaría local.

Además, vecinos de la joven declararon ante el fiscal que ella maltrataba a su hijo, que no lo alimentaba como correspondía e, incluso, que reconocía que lo descuidaba por consumir bebidas alcohólicas en exceso.

Ayala vivía en una casa junto a sus dos hijos, entre ellos, Benjamín (el menor), y su madre, quien está bajo investigación para determinar si tuvo algún grado de participación en el hecho, de acuerdo a las fuentes.

El cadáver del bebé fue encontrado el lunes a la mañana, en un descampado de dos manzanas ubicado en la esquina de Dante y Gaona, a tres cuadras de la ruta provincial 11 y a 25 del mar, en Ostende, partido de Pinamar. Un hombre que pasó por el predio vio el cuerpo y se comunicó con la comisaría local. Cuando los policías se trasladaron al lugar, constataron que se trataba de un niño fallecido, con lesiones por golpes en el rostro, la garganta y los brazos, que quedaron prácticamente desmembrados.

CLE/JC/LL