Infojus Noticias

“La investigación está muy encaminada. No hay mucho más para investigar, al menos en cuanto a la autoría material. El encubrimiento también está bastante claro”, concluyó la jueza de garantías de Zárate, Graciela Adriana Cione, en diálogo Infojus Noticias. Se refiere al asesinato de Rocío Abigail Juárez, una joven de 22 años que fue violada, asesinada de un disparo en la cabeza, incinerado su cuerpo para tapar el crimen y arrojado en un paraje solitario de las afueras de Zárate, a medio kilómetro del Río Paraná. Fue la madrugada del 4 de junio de 2013. A siete meses del asesinato, están presos dos hermanos, Pablo y Matías Escobar, como autores del homicidio, y un amigo de ellos, Elías Duarte, por encubrimiento agravado: cuando la policía allanó su casa, quiso deshacerse de una pistola de bolsillo calibre 6.35 que resultó ser la que ejecutó a Rocío.

“Dijo que se la dio Pablo para que la esconda, que se había mandado una cagada”, contó hace un tiempo a Infojus Noticias el abogado de la familia Juárez, Hugo Trindade. Hubo otros dos jóvenes presos que fueron dejados en libertad por falta de mérito, aunque no han sido completamente desvinculados: la justicia no pudo probar que hayan estado en la escena del crimen.

La muerte de Rocío Juárez ocurrió una semana antes del homicidio televisado durante meses de Ángeles Rawson, y pronto cayó en el olvido. “Lo de Ángeles fue lo mismo que esto pero no tuvo esa trascendencia. Rocío era de una familia humilde, y de ella nunca se habló”, dice Melina Sauan, una de sus tantas amigas. Sus amigos y familiares, quienes sostienen marchas periódicas por las calles de Zárate pidiendo justicia, creen que la investigación judicial es insuficiente. “Es una tomada de pelo. Pablo Escobar fue el único que siempre estuvo preso, porque fue quien le pegó el tiro, pero a Rocío la violaron y la quemaron”, dijo Melina. “Nunca entendí por qué el abogado no pidió por femicidio. La saña con la que hicieron todo también habla de un tema de género”.

Rocío trabajaba en la heladería Cremolatti, donde se sirven tragos al atardecer, y como mesera de un restaurant por las noches. “Era una piba súper laburadora”, contó Melina, que pasaba mucho tiempo con ella: salían por las noches y podían terminar tomando mate en la costanera del Río Paraná, con el primer sol plateando sus aguas.

"La maté, ayúdame"

Después de la aparición del cadáver, la pesquisa judicial se encaminó a una violación masiva. Estaba fundada en los testimonios recolectados por la policía Departamental de Zárate, y la autopsia –en la que se encontró semen y vello púbico- demostraba que habían sido varias personas. Fueron detenidos cinco jóvenes que se conocían entre sí. Uno de ellos, según se planteaba, conocía a Rocío y la había conducido a la celada en la casa donde vivían los hermanos Escobar. Allí, después de una noche confusa, la habían violado y asesinado.

El fiscal Martín Zocca procesó con prisión preventiva a Pablo Escobar, un pibe con antecedentes por tenencia de arma y maltrato a sus parejas, como autor de “violación agravada” y “homicidio criminis causa”. A su hermano Matías por participación necesaria –haber llevado a Rocío al descampado cuando aún se hallaba con vida-, y a Elías Duarte el encubrimiento agravado por guardar el arma.

Pero las pruebas, su enriedo, o la falta de ellas, fueron debilitando la hipótesis hasta convertir el crimen en un sangriento ataque individual. A Lucio Vettoretto y Jacobo Betancour, después de un mes en la cárcel, les dictó la falta de méritos. Sus defensas presentaron testigos acreditando que esa noche estaban con sus familias. Los testigos eran familiares o amigos. “No los ubican dentro de la escena del crimen. Pero cuando quieren los ubican enseguida”, se queja Melina.

Un tiempo después, salieron Matías Escobar y Elías Duarte, también quedaron libres. La jueza Cione no aceptó sus prisiones preventivas. Para Duarte, porque el encubrimiento agravado prevé penas menores a tres años en suspenso, no tenía antecedentes penales, y lo común es que esperen el juicio en libertad. En el caso de Matías Escobar por una diferencia en la calificación. “Coincido con el relato del hecho de la fiscalía, pero para mí la calificación es encubrimiento agravado y no una participación necesaria, porque según el testimonio de la novia de Matías y del hermano de la novia, Pablo golpeó la puerta de la habitación de Matías y le dijo: ‘la maté, ayúdame’”, explicó entonces Cione a este portal. En el encubrimiento, el lazo sanguíneo entre los hermanos eximía a Matías de responsabilidad penal.

Pero restaba una nueva contramarcha en el expediente judicial. Cuando terminaba septiembre, la Cámara de Apelaciones de Campana revocó ambas excarcelaciones. “Dispuso que Duarte podía entorpecer la investigación y ordenó detenerlo. Su defensa pidió una morigeración, que ahora está en pleno trámite. Podría ser una prisión domiciliaria”, dice la magistrada ante la nueva consulta. Mientras que el caso de Matías tiene otras complejidades. Los camaristas tomaron en cuenta una ampliación de la autopsia que detectó una herida vital en el dedo: eso indica que no muere en la casa sino cuando la están trasladando, y convertiría a Matías en partícipe del asesinato. Después del escrito, Cione lo procesó y negó luego el pedido de excarcelación de sus defensores.

“El punto crucial del juicio va a ser el rol de Matías Escobar”, reconoció ahora la jueza Cione. Un debate que será pronto, durante 2014. Y que pondrá en el foco de atención de la ciudad de Záarte uno de los sucesos más atroces de su historia criminal.