Infojus Noticias

En menos de tres días el caso de Néstor Smud pasó de ser un secuestro extorsivo a un crimen que ya tiene un detenido que, en sede policial, contó cómo y cuándo lo asesinó y dio detalles de la forma en que lo descuartizó y se deshizo de él. El fiscal le imputó dos delitos y la jueza le dictó prisión preventiva sin plazo.

“Ayer se realizó la audiencia imputativa y el acusado no declaró”, explicó a Infojus Noticias una fuente del caso. “Se le imputaron dos delitos: la portación ilegal de armas, por la pistola y el revólver que encontraron en el allanamiento en su casa, y homicidio simple”, agregó la misma fuente. De la audiencia participaron el fiscal del caso, Guillermo Apanowicz, la jueza Roxana Bernardelli, el acusado, identificado como Eduardo R., de 54 años, y su abogado defensor, Gustavo Armas.

Bernardelli consideró válido el testimonio que el acusado dio ante un policía el domingo último, cuándo era asistido tras haber intentado suicidarse y confesó el crimen. Contó “que sin querer, y en medio de una discusión lo empujó, que Smud dio la cabeza contra la pileta del baño, cayó muerto y que, después de 3 o 4 días de tenerlo en el departamento, el cuerpo empezó a largar olor y él decidió desmembrarlo para poder deshacerse de él”, explicó la misma fuente.

En ese momento, el hombre también explicó que se deshizo del cadáver en el kilómetro 6 de la autopista Rosario – Santa Fe. Los policías fueron hasta ahí y encontraron siete bolsas de consorcio con los restos de Smud.

“Las pruebas contra él se acumulan y son muy contundentes. Se hizo un nuevo allanamiento en su departamento –en un edificio en la zona del centro de Rosario- y se encontraron elementos comprometedores como un sierrita de mango de madera con la que lo habría desmembrado, porque tiene manchas de sangre, que ahora habrá que cotejar si eran de Smud. Lo mismo con otras manchas de sangre que había en varios lugares de la casa”, describió la misma fuente.

“Ahora se entra en la etapa pericial donde se corroborarán las muestras recogidas y otros elementos que serán claves”, explicó. Contra el acusado, que hasta hace tres meses trabajaba como taxista, se acumulan otra serie de pruebas contundentes entre ellas mensajes de textos y comunicaciones.

Los mensajes fueron claves para dar con el acusado porque los investigadores entrecruzaron un entrecruzamiento con los datos del teléfono de Smud y comprobaron que el hombre había intercambiado sus últimos mensajes con el acusado.

Durante la audiencia, el fiscal explicó que los contactos telefónicos fueron los días 3, 4 y 7 de julio. El último llamado de Smud a esa línea fue el 7 de julio a las 17.34. Tres minutos antes se había contactado con su nieta. Dos horas después, la esposa de Smud llamó a su esposo pero lo atendió una voz masculina que le dijo que su marido había tomado “el taxi equivocado”. La misma persona, llamó más tarde a su casa y le exigió 20 mil pesos para liberarlo. Después no hubo más comunicaciones. La familia de Smud aviso a la policía, y comenzó la investigación.

A través de la intervención de la línea y de los cruces telefónicos, el viernes se detuvo al acusado. “En un momento los investigadores creyeron que podría haber actuado con alguien para deshacerse del cuerpo, pero por ahora está prácticamente descartado”, concluyó la fuente.