Alicia Fernández y Carolina Saquer, que son madre e hija, fueron imputadas como coaturas del homicidio doblemente calificado por ensañamiento y codicia de Diego Sarjanovic y quedaron detenidas. Entre las evidencias que expuso el fiscal, se refirió a una deuda de 90 mil dólares que tenían las mujeres con el empresario.
La trama del homicidio de Diego Sarjanovic, el empresario rosarino cuyo cuerpo fue hallado la madrugada del lunes, va quedando al descubierto. Las pruebas y testimonios reafirman la hipótesis de que el móvil del crimen fue financiero. Por eso, ayer Alicia Fernández (52) y Carolina Virginia Saquer (38), madre e hija, fueron imputadas como “coautoras del homicidio doblemente calificado por ensañamiento y codicia” y les dictaron prisión preventiva. Una deuda de 90 mil dólares habría sido el desencadenante del crimen. “Era el motivo de la reunión que tenían”, dijo a Infojus Noticias Sebastián Carranza, vocero de la Fiscalía Regional Segunda de Rosario.
En los próximos días se harán pericias científicas en el departamento donde se cometió el crimen y fue encontrado el cadáver con 64 puñaladas. “Todo daría la impresión de que limpiaron el lugar”, contó Carranza. También se peritará el cuchillo que se encontró en la escena.
Las mujeres fueron llevadas ayer desde la alcaidía, donde están detenidas desde el lunes, hasta la sala donde se realizó la audiencia imputativa, en la que se negaron a declarar. En la primera fila del lugar otra mujer las observaba: era Claudia, la esposa de Sarajnovic y quien denunció su desaparición el viernes. La mujer estuvo acompañada por familiares y amigos, mientras que ningún allegado de las acusadas estuvo presente.
La audiencia se extendió por dos horas y se ahondó en detalles sobre la causa de la muerte, el vínculo de la víctima con las imputadas y los negocios que ellas tenían. Allí la jueza de Garantías, Raquel Cosgaya, escuchó cómo el fiscal Miguel Moreno expuso la serie de evidencias contra las mujeres y se habló de la deuda que tenían con Sarajnovic.
Los vínculos
La desaparición de Sarjanovic se denunció el viernes. Ese día el hombre, de 44 años y padre de tres hijos, debía encontrarse con un compañero de la empresa MC Catering, donde trabajaba pero nunca llegó al lugar. Alertados por la falta de respuesta llamaron a su esposa y ella hizo la denuncia que se inició como una “averiguación de paradero”.
Desde las primeras horas comenzaron a surgir “muchos testimonios del vínculo comercial entre ellos (Saquer y Sarjanovic)”, explicó Carranza y agregó que “ella trabajó hace algunos años en la empresa de catering y ahí se conocieron”. Entre los testimonios que se escucharon también estuvo los que dieron cuenta que desde hacía un año, Sarajnovic y Saquer mantenían un vínculo sentimental.
Mientras buscaban a Sarajnovic, los investigadores pudieron comprobar que ambos eran socios junto a Fernández, en un emprendimiento comercial de venta de ropa al por mayor, pero también en otro que consistía en que Sarjanovic les consiguiera capitales para inversiones y fideicomisos, explicó Carranza.
En estas operaciones también intervenía un hombre, al que un testigo que declaró en la causa definió como “el cerebro de los negocios”, que falleció hace más de un año, lo que ocasionó que el negocio ya no fuera tan exitoso como había sido. Ese mismo testigo declaró que “esta persona era el cerebro de los negocios. Diego ponía la plata, el otro hombre conseguía los negocios, pero hace un año falleció y Diego continuó con la actividad”. Y agregó que, "mientras vivía esa persona, de apellido Moscatto, Carolina siempre devolvía el dinero que ponía Diego con un interés, pero tras el fallecimiento Diego ya no recuperaba el dinero”. Por el tipo de operaciones que se trataba, los investigadores no pudieron dar todavía con documentos con pruebas y tampoco “se confía demasiado en que aparezcan, por el tipo de operaciones que se realizaban”, explicó Carranza.
Sarajnovic necesitaba que Carolina le devolviera 90 mil dólares que le había dado y para eso fue ese viernes. Llegó solo según lo constató el testimonio del empleado de un garaje cercano en el que él solía guardar su auto cada vez que iba al departamento que las mujeres usaban como oficina. Dejó su auto alrededor de las 10:15 y poco después fue asesinado. Según los cálculos forenses, “se cree que podría haber sido asesinado el mediodía del viernes”, agregó Carranza.
Las heridas en el cuerpo de Sarajnovic mostraron que hubo resistencia y luchó antes de morir. Moreno detalló que todas las puñaladas recibidas por el hombre fueron “inferidas mientras estaba con vida” y que el cuerpo tenía dos severos golpes: uno en la cabeza y otro en la boca. “Conforme a la cantidad y entidad de heridas que presentaba la víctima se puede inferir que en el hecho participó más de una persona si se tiene en cuenta la contextura física de Sarjanovic, que medía 1,90 metro de alto”, dijo el fiscal. Los exámenes médicos señalan que las heridas mortales fueron casi a lo último. También tenía golpes en la cabeza.
CD/LC