El cuerpo de Gerardo “Pichón” Escobar, de 23 años, apareció flotando en el río Paraná una semana después de haber sido visto por última vez, a la salida de un boliche de Rosario. Hay dos policías y tres custodios de un boliche detenidos. El defensor general de Santa Fe y representante de la familia, Gabriel Ganón, pidió que la causa pase a la Justicia Federal.
Gerardo “Pichón” Escobar fue visto por última vez el 13 de agosto a la madrugada a la salida del boliche La Tienda, en el bajo rosarino. Aún no está claro que pasó desde ese momento hasta que una semana más tarde su cuerpo apareció flotando en el río Paraná. En la causa hay dos policías y tres patovicas detenidos. Ayer la fiscal Marisol Fabbro imputó a uno de los encargados de la seguridad del boliche por el homicidio del joven y a los demás por encubrimiento agravado. El defensor general de la provincia y representante de la familia de la víctima, Gabriel Ganón, pidió que la causa pase a la Justicia Federal: “Es una desaparición forzada de persona en la que participó la Policía”, explicó a Infojus Noticias.
"Las evidencias que se manejaron hasta este momento son las declaraciones de los testigos: coinciden en qué algo sucedió a la salida del boliche”, explicó la fiscal en rueda de prensa. “Uno de ellos incluso le da datos a la familia de que vayan a preguntarle a uno de los patovicas, lo cual nos resultó un indicio de que algo pasó. Y fundamentalmente una filmación de prácticamente una cuadra, hasta Tucumán al 1000 (a una cuadra del boliche), donde se visualiza que uno se acerca a Gerardo y le da golpes de puños, con la rodilla y lo arrastra", agregó Fabbro.
El patovica que aparece en la filmación es Cristian Vivas, que le pisó la mano a Gerardo y lo inmovilizó. “Después se ve que le dan golpes de puños y con la rodilla, no se alcanza a determinar si es en la cabeza, o si es en el cuerpo”, detalló Fabbro.
“Se los imputa por una calificación leve. Uno de ellos está acusado por el homicidio y el resto por encubrimiento. Nosotros sospechamos que a Gerardo lo golpearon y lo subieron a un auto. Lo tuvieron aguantado en algún lado y después lo tiraron al río. Eso sería un homicidio con el concurso premeditado de dos o más personas, que tiene una pena mucho más alta”, explicó Ganón.
Casino, cantobar y after hour
Gerardo tenía 23 años y trabajaba en la dirección de Parques y Paseos de la Municipalidad de Rosario. Con el dinero que ganó el jueves 13 en el Casino City Center se compró ropa y salió a la noche. Primero pasó por el cantobar Bogart, donde lo echaron los patovicas porque estaba alcoholizado, y después encaró con un amigo hacia el after hour La Tienda. A las 5.45 salió del boliche con un grupo de personas. Segundos después, según se ve en el video de las cámaras del boliche, un patovica y la encargada del lugar miraron preocupados hacia el lugar por el que se había ido Gerardo.
Varios testigos contaron que Pichón había roto el espejo del auto de la encargada. También contaron que lo vieron esconderse entre algunos autos, mirando en todas direcciones como si alguien lo persiguiera.
Desde esa noche no se supo nada de Gerardo. Un amigo suyo rastreó su celular con un software y lo ubicó en el domicilio del patovica Cristian Vivas. La Tropa de Operaciones Especiales allanó la casa y encontró dos chalecos antibalas de la policía y seis celulares que están siendo peritados. El encargado de la seguridad de La Tienda estuvo demorado 24 horas y le otorgaron la libertad.
El viernes 21 de agosto, tres jóvenes que pescaban en la zona del puerto de Rosario encontraron el cuerpo de Gerardo entre las vigas del muelle. En sus bolsillos tenía alrededor de mil pesos, el celular y un documento. La autopsia preliminar sostuvo que el cuerpo presentaba “un estado avanzado de descomposición” después de estar entre seis y ocho días en el agua. El examen agregó que el cadáver no tenía heridas (de arma de fuego o arma blanca), lesiones “contusotraumáticas” ni heridas interiores.
Anteayer la policía hizo otra serie de allanamientos, donde detuvo nuevamente a Vivas, a otros dos patovicas del boliche y a dos policías que trabajaron como adicionales en el lugar la noche que desapareció Gerardo.
Similitudes con el caso Franco Casco
El crimen de Gerardo Escobar tiene muchas similitudes con el caso de Franco Casco, el joven de Florencio Varela que apareció flotando en el río Paraná después de estar detenido en una comisaría rosarina. El médico forense Raúl Félix Rodríguez –un policía retirado- estuvo a cargo de las dos autopsias. En ambos casos sostuvo que los cuerpos no presentaban golpes.
Después de varias movilizaciones populares, la Justicia federal aceptó investigar la muerte de Casco como un caso de desaparición forzada. El juez que asumió al frente de la investigación, Carlos Vera Barros, ordenó una nueva autopsia. Lo hizo después de que un estudio realizado por la Cátedrade Biología Marina de la Universidad de Buenos Aires (pedido por el defensor Gabriel Ganón) demostrara que el joven había muerto antes de ser arrojado al agua.
“Ya no nos parece una casualidad que a este médico forense le toquen siempre este tipo de casos”, explicó Ganón. En una audiencia ante la fiscal y el juez de la causa, el defensor provincial fundamentará el próximo miércoles el pedido para que la causa pase a la Justicia Federal. “Es un caso de desaparición forzada en la que participó la policía y en la que hubo una investigación deficiente. Igual que en el caso de Franco Casco”, explicó el funcionario judicial.
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