En su declaración, las profesionales señalaron que Quiroga era alcohólico y consumía drogas. En el caso del “Karateca” Martínez, lo definieron como de carácter celoso.
Dos asistentes sociales declararon ayer en el juicio por el cuádruple crimen de La Plata, ocurrido en 2011, que el acusado Javier "La Hiena" Quiroga era alcohólico y consumía drogas, mientras que el otro imputado, Osvaldo "Karateca" Martínez, tiene un carácter celoso.
Lo dijeron en sus testimoniales Mariel Ascazibar y María Daniel Tonello, quienes realizaron un informe socioambiental sobre los dos enjuiciados que presentaron ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 platense a cargo del debate.
Estas dos testigos explicaron a los jueces Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Santiago Paolini, que el informe fue pedido por el fiscal de la causa, Alvaro Garganta, y se hizo mediante consultas personales a los dos acusados y al entorno familiar de ambos.
En el caso de Martínez (30), las consultas se llevaron a cabo días después del hecho, mientras el imputado estaba detenido, aunque finalmente fue excarcelado y llegó libre al juicio.
"Martínez intentaba ser el nexo entre sus familiares", aunque en su adolescencia "había sufrido la violencia intrafamiliar entre sus padres" y tenía un carácter celoso, señaló el informe de las peritos.
Sin embargo, las testigos aclararon que no notaron "signos de violencia" en el trato que habitualmente tenía Martínez con su novia Bárbara Santos (29), una de las víctimas.
Consultadas sobre cómo era la relación entre los novios, las asistentes sociales dijeron que "existía una situación de pareja estable" y que el acusado solía ir a buscarla "cuando salía a la noche de su trabajo" para "acompañarla a su casa" pese a que él "trabajaba desde muy temprano".
"Para él, Bárbara era emprendedora, nos dijo que siempre buscaba mejoras laborales y todos los días estaba en contacto con ella", comentaron las testigos en su informe.
Luego, las peritos indicaron que Martínez "sostenía vínculos sexuales, estando en pareja, con otras personas, por lo que acudía a una casa de citas".
Respecto de Quiroga -actualmente detenido en la Unidad 9 de La Plata-, las asistentes sociales advirtieron que "nunca fue aceptado por su padre" biológico, en Formosa, por lo que cuando su madre llegó a La Plata, la mujer formó pareja con otro hombre que sí lo adoptó legalmente como su hijo.
"Tiene instrucción primaria incompleta, pero siempre desarrolló actividades laborales variadas, y contribuía al sustento familiar, desde muy chico" explicaron las profesionales.
También remarcaron que Quiroga comenzó a consumir alcohol cuando tenía 13 años, "a los 17 consumía marihuana y a los 25, cocaína".
Otro rasgo de la personalidad de este acusado que destacaron las profesionales fue que "solía ausentarse de su casa por largos períodos", lo que traía inquietud en el seno familiar, ya que su esposa y parientes salían a buscarlo.
En ese sentido, recordaron que cada vez que Quiroga volvía a su casa, lo hacía pidiendo perdón y remarcaron que en los últimos tiempos lo había superado su adicción a las drogas y el alcohol.
"La relación con su pareja se quebró en 2010, Quiroga aceptó la decisión de separarse que le planteó su esposa, viajó a Formosa, regresó y allí comenzó a hostigar a su pareja mediante mensajes de texto o llamados telefónicos", comentaron las peritos.
El hecho ventilado en el debate fue descubierto el 27 de noviembre de 2011, en el departamento número 5 ubicado en calle 28 al 467, del barrio La Loma, en La Plata, donde Micaela Galle (11) fue hallada asesinada a golpes y cuchilladas junto a su madre Bárbara Santos (29), su abuela Susana de Bárttole (63) y una amiga de ésta, Marisol Pereyra (35).