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Infojus Noticias

5-5-2014|13:55|Sentencia Buenos AiresProvinciales
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Los fundamentos, el 9 de mayo

Dos condenados por el triple crimen de policías en La Plata

El tribunal los encontró culpables por el asesinato de tres agentes en la planta transmisora del Ministerio de Seguridad Bonaerense. El fiscal había pedido prisión perpetua para el ex agente Marcos Casetti y Mariano Filippi Medina. "¡A mi hijo lo mataron dos policías! ¿Qué estaban ocultando ahí?”, exclamó la madre de Ricardo Torres Barboza, tras la sentencia.

  • Sebastián Losada
Por: Milva Benitez

Un ex policía bonaerense y el hijo de un ex agente del Servicio Penitenciario provincial fueron condenados hoy por el asesinato de los policías Alejandro Vatalaro, Ricardo Torres Barboza y Pedro Díaz ocurrido en octubre de 2007 en la planta transmisora del Ministerio de Seguridad provincial, en las afueras de La Plata. Encontrado responsable por los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 2, el ex agente bonaerense Marcos Casetti ingresó esposado a la sala donde conoció el veredicto. Mariano Filippi Medina, el otro imputado, prefirió no estar. Ambos deberán esperar hasta el próximo viernes para conocer el monto de la pena y los fundamentos del fallo.

Cuando la secretaria del tribunal integrado por Claudio Bernard, Silvia Hoerr y Liliana Torrisiel terminó de leer la sentencia, se escucharon algunos aplausos entre los familiares de las víctimas. Pero no pasó mucho tiempo hasta que Cielo Barboza, la madre de Ricardo irrumpiera con un grito desgarrador: “¡A mi hijo lo mataron dos policías! ¿Qué estaban ocultando ahí?”, insistió varias veces. Es que las pericias indican que la noche del ataque su hijo también recibió un disparo del arma del sargento Pedro Díaz, también asesinado esa noche.

“Los peritos indicaron que esa bala aceleró pero no ocasionó la muerte de Barboza”, dijo a Infojus Noticias el fiscal Martín Chiorazzi que, por las circunstancias del ataque, considera que ese disparo también podría haber herido a los agresores. Para el fiscal, el móvil está asociado al “odio policial”; aunque durante la instrucción el crimen se vinculó al intento de “robar” droga que la policía escondería en un galpón del predio. Esta es la sospecha a la que Barboza hacía referencia cuando se preguntaba qué había en los galpones de la planta transmisora. Christian Vatalaro, el hermano de Alejandro, también tiene dudas al respecto: “algo importante fueron a buscar esa noche”, dijo a Infojus Noticias en las puertas de los tribunales platenses.

El ex policía Marcos Casetti y Mariano Filippi Medina quedaron detenidos por estos hechos en 2010, cuando la investigación estaba en manos la Unidad Fiscal de Delitos Complejos Nº 8, donde actuó el fiscal Esteban Lombardo. Casetti era compañero de los policías asesinados en la planta, por eso durante el debate fue fundamental la declaración de un perito que trabajó en la recolección de la huella que en un perfumero de auto lo ubica esa madrugada en el lugar. No estaba de guardia el día del ataque; no tenía motivos para estar allí.

La confesión de Casetti

A esa prueba la fiscalía sumó un video que, como parte de la investigación, puso al ex policía y a Filippi Medina en el banquillo de los acusados. Es la confesión supuestamente “robada” a Casetti con una cámara oculta en una lapicera, mientras estaba detenido en la Unidad 9. El encargado del registro habría sido Raúl Barnes, un ex policía federal con el que compartía estancia en la cárcel. Durante el juicio dijo que hizo esas declaraciones bajo amenaza y atribuyó la filmación a una maniobra orquestada por Juan Pablo “Papupa” Córdoba, el presunto barra de Gimnasia y Esgrima La Plata que también estuvo detenido por el hecho, pero finalmente quedó desvinculado. “Él hizo una denuncia contra quien lo filmó y esta persona fu sobreseída”, precisó el fiscal Chiorazzi.

En la filmación,  Casetti habla de los supuestos planes para hacer un atentado en el Ministerio de Seguridad, entonces encabezado por León Arslanian. Contó entonces que el objetivo del ataque era el de robar equipos de comunicaciones para armar una banda de secuestradores y producir un hecho de impacto político a pocos días de las elecciones presidenciales.

Pasaron más de seis años, cinco fiscales investigaron los hechos, dos jueces de garantías los controlaron y después de dos meses de debate, hoy se dictó sentencia. Los fundamentos de esta decisión se conocerán el próximo viernes 9 de mayo.

Con saña

“Entraron a matar con cuchillos y lo hicieron con saña”, dijo a Infojus Noticias el fiscal Martín Chiorazzi que pidió prisión perpetua para el ex policía Marcos Casetti y Mariano Filippi Medina. La madrugada en que los mataron, Vatalaro, Torres Barboza y el sargento Díaz estaban de guardia en la planta transmisora, un gran predio, apenas iluminado, en las afueras de la capital bonaerense.

Alejandro no se pudo defender: tenía más de 30 puñaladas, muchas en la espalda. “Ricky” -como lo llama su madre, Cielo Barboza- cayó a pocos metros de él. Tenía un disparo en la cara y otro en la cabeza (“con orifico de entrada y de salida”, dijeron los peritos). En su caso los cuchillazos fueron más de 10. A Díaz lo atacaron cuando sorprendió a los agresores; dormía en una pequeña habitación, separada por un pasillo del lugar donde estaban los jóvenes, cuando escuchó el alboroto. Salió, todavía descalzo y con el arma cargada. Alcanzó a disparar dos veces –una de esas balas fue encontrada en el cuerpo de Ricardo, explicaron durante el juicio los peritos balísticos.

El cuerpo de Díaz fue encontrado fuera del edificio que custodiaban. Ya estaba herido cuando se escondió detrás de un auto e intentó disparar; pero perdía mucha sangre. Cuando lo encontraron estaba boca abajo, en un último intento desesperado por huir alcanzó a gatear. Tenía dos balazos, uno en el abdomen y otro en el pecho, y los brazos tajeados. 

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