Dante Leguizamón es un periodista cordobés que sigue desde el primer día la desaparición del Rubio del Pasaje. En esta entrevista con Infojus Noticias señala que el fiscal de la causa, Alejandro Moyano, perdió el rumbo de la investigación.
Hoy se cumple un año y medio desde que Facundo Rivera Alegre, a quien se conocía como el Rubio del Pasaje, desapareció a la salida de un baile del cuartetero Damián Córdoba. La investigación judicial, dicen en Córdoba, sólo se mueve por espasmos: cuando los avances salen publicados en el diario. Dante Leguizamón es uno de los cronistas que siguió de cerca el pulso del caso. Para él, el fiscal Alejandro Moyano perdió el rumbo de la investigación.
-¿Qué te pareció, luego de un año y medio, la investigación judicial?
-Me llama la atención que las novedades se han ido produciendo en la causa han sido coincidentes con las cosas que he venido contando en el diario que yo trabajaba, y ahora en el programa de televisión Justicia Legítima. Esto no es algo que me alague, ni de lo que pueda sentirme orgulloso, sino que indica que hay un fiscal (Alejandro Moyano), que se ha movido por informaciones aportadas por la prensa, o al menos que coinciden con lo que hemos venido publicando sobre el caso. Es un fiscal que da manotazos de ahogado, y no un fiscal que investiga el caso.
-¿Cuáles son las falencias más importantes en la pesquisa?
-El primer error fue en la estrategia inicial. Cuando Facundo desapareció, y durante los primeros cuatro meses y medio, la justicia empezó a buscarlo por toda Córdoba en lugar de reconstruir los últimos pasos de Facundo. Empezaron a hacer allanamientos por todos lados, inspecciones. Más parecido a una estrategia de publicidad para mostrar a una supuesta eficacia, que a una estrategia de búsqueda seria. Después de esa fecha, se comenzó a reconstruir lo que habían sido las últimas horas de Facundo. Esa noche tuvo un intercambio de mensajes con una chica de Tucumán, en la que él le contaba que el acordeonista de Damián, Luciano Calderón, le había dicho que si le conseguía 50 gramos de cocaína lo llevaban al recital al día siguiente, en Tafí del Valle, y que iba a poder visitarla. Ese intercambio de mensajes de texto consta en el expediente, lo que no consta son los mensajes entre Facundo y el músico. Por otro lado, Calderón declaró en el expediente y dijo conocer al Rubio del Pasaje, y el propio Damián también lo conocía.
-¿La hipótesis del fiscal, entonces, es de un ajuste de cuentas por el narcotráfico?
-Hay dos grandes hipótesis en el caso. La del ajuste de cuentas es en realidad la de la policía, que está sospechada de haber participado en el hecho pero nunca fue apartada de la investigación por el fiscal. Supuestamente, Facundo va al barrio Maldonado a lo de “Colela” Rearte, una mujer que se dice que maneja gran parte de la droga, y como tenía una deuda económica, discute con los hijos y uno de ellos le pega un tiro en la cabeza. Yo fui y entrevisté a “Colela” y le pregunté cuál era la hipótesis de la policía y me relató exactamente eso. ¿Cómo la policía le va a decir a la principal sospechosa cuál es la hipótesis? Incluso, cuando yo fui a entrevistarla, un policía me pidió que le dijera que querían verla. Le tuve que aclarar que mi trabajo es periodístico y no policíaco, y que yo no llevaba mensajes de la policía. Por eso te digo que el fiscal no sabe ni dónde está parado.
Otro dato que me pasa una fuente mía, es que supuestamente, después de matarlo, lo habrían tenido unos días tirado por ahí y lo habrían cremado en el cementerio. Son datos periodísticos de fuentes en las que yo confío, creíbles, pero tiene que conseguir otros testimonios que confirmen esa información, no puede ser que se limite a eso.
-¿Y la segunda hipótesis?
-Es la que sostiene la madre, Viviana Alegre, y su abogado. Está convencida que Facundo fue secuestrado y desaparecido por la policía. Facundo sale del baile y lo ven en una parada de colectivo. Las últimas tres personas la ven allí y después ven un colectivo que se aleja y no lo ven más. Su madre tiene otros testimonios que ven que estaba siendo golpeado por policías.
-¿Cuál de las dos es más verosímil?
-Para mí, no se han aportado a la causa elementos de prueba de suficientes para acreditar que lo haya hecho la policía, aunque tampoco pruebas que la desvinculen. La policía de Córdoba es una de las más siniestras del país, pero pensar en la estructura completa de la policía dedicada a desaparecer a Facundo, se me hace difícil imaginarlo. Sí puede ser un crimen con complicidades de algún tipo, porque comparto que esconder un cuerpo así requiere de una logística de personas que podrían ser policías. Lo que pasa en el barrio Maldonado, por otro lado, lo sabe la policía. Es muy raro que no hayan sabido nada si allí murió el Rubio.
-Se lo acusa al fiscal Moyano de “cajonear” las causas que involucran al poder político provincial…
-Creo que hay algo de ineptitud, pero es llamativo que varios casos muy sensibles al poder político recaen en él y quedan en la nada. Una causa que involucra al cuñado de Ramón Frías, el jefe de la policía provincial. O el incendio ocurrido en el interior Archivo Provincial de la Memoria, que consumió una edición completa del libro la Búsqueda. También investigó y pidió sobreseer al ex legislador y vocero de De la Sota, Marcelo Falo, por “frustración maliciosa de pago de cheques” y también depende de él la causa contra el ex legislador y apoderado del PJ, Domingo Carbonetti.