Infojus Noticias

Claudio Velázquez, de 37 años, pesaba 115 kilos y medía 1,85 metros. Su pareja, Nora Amaya, menuda, de 1,60 de altura, ayer dijo en sus últimas palabras ante el Tribunal Oral Criminal 6 de Lomas de Zamora que ella no quiso matarlo, que buscaba lastimarlo porque él la amenazaba con matarla. Velázquez golpeaba sistemáticamente a su mujer. Ella –según el alegato de su abogada– en un acto de defensa propia lo apuñaló.

El fiscal Santiago Vadillo la acusó de homicidio calificado y si bien se prevé una pena a perpetua, planteó “circunstancias extraordinarias de atenuación” por considerarla una “pareja violenta”. Entonces pidió que se la condene a 15 años de prisión. La defensa, en contraposición, pidió la absolución y encuadró el hecho en un caso de violencia de género. Fuentes judiciales confirmaron a Infojus Noticias que el martes 16 a las 11 de la mañana se leerá el veredicto y el 23 los fundamentos del fallo.

En los alegatos vertidos ayer ante los jueces Gabriel Vandemberg, María Laura Altamiranda y Claudio Fernández quedaron claras las miradas divergentes entre Vadillo y la abogada defensora, Patricia Sanmamed. Mientras que uno inscribió el caso en una “relación violenta”, la otra no dudó en encuadrarlo en un caso de violencia de género. “Amaya estaba bajo una situación de violencia extrema”, dijo la defensora.

“Desde mi análisis hay una situación de doble inimputabilidad: por un lado, hay una pericia que dice que Nora actuó bajo un trastorno mental transitorio, es decir que no comprendía lo que estaba haciendo. Pero además, entiendo que se trata de un caso de legítima defensa: una mujer que está en situación de violencia doméstica permanente, está 24 horas en peligro”, explicó Sanmamed que alegó durante una hora ante el Tribunal.

Y para graficar esto, Sanmamed no recurrió a los propios dichos de Norma. La abogada recordó en diálogo con esta agencia que en su declaración, Nora contó que además de todo el maltrato físico y psicológico que recibía, Velázquez llegó a abusar de ella. “Se trata de un caso de violación dentro del matrimonio”, explicó la defensora. Además, hizo hincapié en el testimonio de dos amigas de la pareja que contaron que antes de que nacieran los chicos, la pareja salió con ellas a pasar el día a Punta Lara y que después de una discusión Velázquez había intentado ahogar a Nora en el río. La vuelta a casa en la camioneta fue acompañada de un rosario de insultos a la mujer en presencia de sus amigas.

“No se puede hablar de una “relación de pareja violenta” como plantea el fiscal, eso es un cliché, en todo caso cuando ella respondía a los golpes era para defenderse”, argumentó Sanmamed y sentenció: “el maltratador logró anularla, ella era como una autómata con él”.

El caso

–¿Fuiste a ver a tu macho? –le dijo Velázquez aquel mediodía del 30 de diciembre de 2012 a Norma apenas pasó la puerta de entrada de su casa de Villa Corina, partido de Avellaneda. Esa mañana, a eso de las 7.30, Nora había vuelto de trabajar: era mucama en una clínica y le tocó quedarse de noche. No se acostó a dormir.

Limpió toda la casa, mientras Velázquez borracho, la insultaba y amenazaba. Norma declaró ante el Tribunal que apenas terminó de limpiar quiso irse a ver a su hijo que estaba enyesado en la casa de sus abuelos. Él se puso furioso, empezó a insultarla y a decirle que seguro se iba a encamar con otro. Nora se fue igual. Al volver, encontró a su pareja más borracho que antes y toda la casa sucia, comida tirada en el piso. Así empezaron otra vez los insultos y las amenazas de muerte. Nora entonces agarró un cuchillo de la cocina y apuñaló a Velázquez en el abdomen.

La pericia psicológica de Nora dice que en ese momento tuvo un "trastorno mental transitorio". Se defensa, en el alegato, pidió al Tribunal que tomaran en cuenta esta prueba cuando dicte sentencia. Además, para reforzar el pedido de absolución, Sanmamed recordó el testimonio de una vecina que durante el debate contó que escuchaba cómo Velázquez golpeaba a Nora. “Yo sufría con ella”, dijo la mujer.