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Era un buen ejemplar. Ni muy flaco, ni gordo. El pelaje naranja y blanco con rayas negras. Las garras prolijamente recortadas. La vida y la muerte del tigre de Bengala que apareció misteriosamente en el pueblo de Paso Viejo, Córdoba, y que fue ultimado por un vecino de un balazo en la cabeza ya es motivo de investigación judicial.

La fiscal de Cosquín, María Alejandra Hillman, informó que intenta establecer si quien le disparó al animal lo hizo para protegerse y si tenía autorización para portar el arma. La fiscal además dio intervención a la "Secretaría de Ambiente de la provincia" para que se "aboque a investigar" el origen del animal, ya que "está prohibida la tenencia de fauna silvestre sin la autorización correspondiente".

Los 1300 vecinos de Paso Viejo –a 190 kilómetros de la ciudad de Córdoba- amanecieron el viernes con un tigre asiático deambulando por sus calles. El intendente Luis Andrade dijo que el animal fue visto por primera vez en la mañana cerca de un canal que atraviesa el pueblo. “Apareció como yendo para la parte urbana”, dijo el jefe comunal.

Primero lo vieron un grupo de chicos. Luego se sumaron los padres. El animal, dicen algunos relatos, empezó a mostrarse nervioso. Más que nervioso, agresivo, dijeron otros vecinos. Un hombre trajo un lazo. Quisieron enlazarlo, dominarlo como a un ternero. No hubo forma. “A medida que más gente lo veía caminando a la orilla del canal, el animal empezaba a rugir”, contó el intendente Andrade.

Los rugidos del tigre fueron su sentencia de muerte. Un policía retirado que vive cerca de la zona se adelantó al resto de las personas, apuntó su escopeta a la cabeza del animal y disparó. El tigre asiático se desplomó en un segundo. “Trataron por todos los medios de capturarlo vivo, pero uno de los vecinos lo tuvo que sacrificar”, dijo el intendente.

Con el hecho ya consumado, llegaron al lugar agentes de la Patrulla Ambiental de la Policía. Más tarde se hizo cargo la fiscal María Alejandra Hillman, de los tribunales de Cosquín, pero que subroga los de Cruz del Eje durante la feria judicial de enero.

La fiscal deberá resolver dos misterios: ¿qué hacía un tigre de Bengala en Paso Viejo? ¿Y los vecinos lo mataron en legítima defensa?

La tenencia y tráfico de especies animales silvestres, sean exóticos o autóctonos, está prohibido en Córdoba, como en todo el país. En esta provincia, el año pasado también se prohibió el uso de esta clase de animales en circos o espectáculos, como así también tenerlos como mascotas en cualquier ámbito privado no expresamente autorizado.

El maltrato animal está penalizado en Argentina por la Ley 14.346, promulgada en 1954. Castiga con pena de prisión de 15 días a un año a quien “infligiera malos tratos o hiciera víctima de actos de crueldad a los animales”. Por eso, la fiscal investiga si la muerte del animal fue un acto de “legítima defensa”.

Hasta ahora los investigadores se inclinan por una hipótesis: el tráfico de animales de gran valor. La compra-venta de animales en peligro de extinción ocupa el tercer lugar mundial, después del de armas y de drogas, con ventas anuales de más de 20 mil millones de dólares, de acuerdo a organizaciones defensoras de esas especies. Se estima que unas 700 especies de animales se encuentran en extinción, entre ellas, el tigre Bengala.

Por lo pronto, la fiscal pidió se le practique una autopsia al tigre para intentar encontrar un indicio que pueda develar su origen. Hillman sostuvo que “aparentemente” al tigre “lo tenían en calidad de mascota”, ya que “estaba bien cuidado y alimentado”.

En Villa de Soto, un pueblo cercano Paso Viejo, en el mismo departamento de Cruz del Eje, hay un circo dando funciones. “Las autoridades policiales se comunicaron con el lugar y les dijeron que allí no tienen animales”, dijo el intendente. El jefe comunal también contó que algunos vecinos vieron pasar por la Ruta 38 unos camiones cargados de animales. “Por ahí el tigre se ha caído de algún camión”.

Se calcula que existen en el mundo 1500 tigres similares al que apareció en Paso Viejo. Desde ayer, son 1499.