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La Cámara Penal de Apelaciones de Rosario apartó al juez Javier Beltramone de la causa por la explosión del edificio de Salta 2141. Beltramone había sido recusado por las defensas de la empresa concesionaria de gas y la administradora del edificio por sus declaraciones a los medios. La causa pasará a manos del juzgado de instrucción n° 10. En la explosión, ocurrida el 6 de agosto, murieron 22 personas y más de 70 resultaron heridas.

Tres jueces en dos meses es lo que acumula la causa por la explosión del edificio rosarino. Hoy, la  sala IV de la Cámara Penal de Apelaciones de Rosario apartó al juez de instrucción Javier Beltramone. La sala aceptó las recusaciones presentadas por las defensas de Litoral Gas y Administradora Calvillo. Con dos votos contra uno consideraron que el magistrado no “ofrece garantías de imparcialidad”. Daniel Acosta y Rubén Jukic votaron a favor del apartamiento, Carlos Carbone estuvo a favor de que el magistrado siga a cargo de la causa. Ahora la encargada de llevar adelante la causa de la explosión en la que murieron 22 personas, es la jueza Irma Patricia Bilotta del juzgado de instrucción n° 10.

Los pedidos habían sido presentados por los abogados Víctor Corvalán, que representa a María Calvillo y su marido, Carlos Repupilli, de la Administradora Calvillo y Walter Stramazzo, de Litoral Gas. En sus presentaciones, que en una primera instancia habían sido rechazadas por Beltramone, los letrados habían considerado que con sus manifestaciones mediáticas el juez había demostrado parcialidad.

“La Cámara lo que hizo es reconocer que el juez Beltramone no podía estar a cargo de la causa porque no da muestras de imparcialidad”, dijo a Infojus Noticias, Víctor Corvalán. “Él decidió que había responsabilidades de terceros e hizo declaraciones imprudentes a los medios”, agregó el abogado. “Los jueces en la provincia de Santa Fe tienen que entender que los que investigan son los fiscales y que ellos no tienen que investigar ni hacer declaraciones a los medios”.

El primer magistrado en la causa fue el juez en lo correccional penal N° 7 Juan Carlos Curto, que entendió en los primeros diez días. Se apartó cuando consideró que la misma excedía su competencia. Fue entonces cuando pasó a manos de Beltramone. Su primera medida fue dejar en libertad a Carlos García, el gasista que trabajaba en el lugar cuando se produjo la explosión. Después ordenó varios allanamientos e imputó a tres inspectores de Litoral Gas y a los tres responsables de la administradora. Ahora llega el turno de Bilotta.