Carlos Caporossi, el hombre imputado por el secuestro de su hija de un año y medio, declaró ayer frente a la fiscal de la causa y admitió haber secuestrado a la beba. Seguirá detenido y la semana que viene podrían dictarle la prisión preventiva, informaron fuentes judiciales a Infojus Noticias.
Durante más de cuatro horas, Carlos Caporossi, el padre de Francesca, la nena que estuvo desaparecida durante nueve horas el 29 de octubre, declaró ante la fiscalía de San Nicolás a cargo de Sandra Bisetti. En la indagatoria explicó sus problemas económicos y qué lo llevó a tomar la decisión de llevarse a la menor. Seguirá detenido y la semana que viene podrían dictarle la prisión preventiva. La causa está caratulada como “sustracción de menor a su progenitor, falsa denuncia, abandono de persona” en concurso real y en concurso ideal: “con delito de privación ilegal de la libertad agravada”.
-Puse un pie fuera de casa y me arrepentí de lo que estaba haciendo. Sabía que era una locura. Pensé en volver atrás, pero ya no podía- dijo Caporossi en su declaración
Caporossi llevaba a su hija de dieciocho meses en brazos. Acababa de sacarla del cuarto que él compartía con Bianca, su esposa, y donde la nena dormía en el somier del matrimonio junto a su hermanita de 3 años. Eso fue parte de lo que dijo el productor agropecuario de 51 años en la ampliación de su declaración indagatoria de ayer. El hombre confesó haber secuestrado a su hija menor e intentó esbozar los motivos por los que lo hizo. Insistió en que lo hizo solo y que fue por sus problemas económicos. Visiblemente golpeado por la situación y por los 20 días que lleva detenido en San Nicolás, Caporossi volvió sobre ese día más de verano que de primavera en que se llevó a la nena.
Cuando se dio cuenta que era una locura lo que estaba haciendo, quiso volver atrás pero que no podía hacerlo porque cómo le iba a explicar a su mujer que había sacado a la nena a la calle, dormidita, en pijama y descalza, sin decirle nada. Que entonces comenzó desandar las seis cuadras que separan la elegante residencia familiar de una impactante propiedad que compró hace tres años, que está deshabitada y solo la usan los fines de semana de verano por la pileta y el fondo arbolado. Subió al baño del primer piso y dejó a la nena durmiendo en el suelo. Y se fue.
La denuncia
Caporossi volvió a su casa como si nada hubiera pasado. Su mujer, desesperada, le dijo que la nena había desaparecido. Hicieron la denuncia. Durante las siguientes nueve horas la ciudad de poco más de 30 mil habitantes y distante a 176 kilómetros de Buenos Aires fue un hervidero. La gente salió a la calle a buscar a esa nena cuya foto inundó las redes sociales con un pedido desesperado: que aparezca. El procedimiento policial incluyó rastrillajes y un operativo cerrojo para que nadie pudiera salir de la ciudad con la nena.
El jefe de policía Hugo Matzkin viajó hasta allí para comandar la investigación policial. La fiscal viajó desde San Nicolás hacia ahí. Caporossi no se movió de su casa y se entrevistó a con ella, en la cocina de la casa. La mujer le preguntó si había datos que pudieran ayudarla a encontrar en Francesca. Si había algo que ella necesitara saber. Caporossi dijo que no.
Cuando ayer se vieron nuevamente, Caporossi le detalló los problemas financieros que arrastra desde el año 2001 y cómo siempre se esmeró en mantener el mejor nivel de vida para su familia, que se completa con una hija de 19 años, producto de una relación anterior de su esposa y a quien el reconoció como propia y una menor de 7 que jugaba con su I-pad en el sillón del living, cuando él sacó a Francesca. Explicó que siempre quiso darles la mejor prepaga, la mejor universidad y departamento en Buenos Aires para la mayor, viajes, ropa, todo para ellas.
-Los problemas económicos no lo saben ni mujer, ni mi padre. Yo siempre hice todo para darles todo. Ellos no sabían ni se imaginaban nada de cómo iban en verdad las cosas.
Ganar tiempo
Las deudas de Caporossi no son nuevas, ni de juego, como trascendió en un primer momento. Según explicó ayer en sede judicial, con el secuestro de la nena, él quería “ganar tiempo”. Aunque admitió que ninguno de los acreedores lo presionó, dijo que todos “querían cobrar” y que días antes de llevarse a Francesca, había librado una serie de cheques que sabía que no iba a poder cubrir.
Cuando le repreguntaron, en muchos puntos su testimonio fue vago. Dijo que no sabía bien qué quería hacer, que tampoco fue pensado. Que había pensado en hacerlo los días previos, pero que no lo planificó. Quienes lo vieron de cerca afirman que “no parece entender la gravedad de lo que hizo”. Los resultados de las pericias psiquiátricas que se le realizaron, en cambio, dicen que Caporossi puede comprender perfectamente la criminalidad de sus actos. Pero eso no pareció notarse ayer.
En lo que fue más vehemente fue en resaltar que todo lo hizo solo. Pero los investigadores tienen dudas sobre este punto. La nena pasó nueve horas encerrada en el baño. No pueden creer que nadie le haya dado de comer o de tomar durante esas horas. Si bien tendrían en la mira varias personas que podrían haber colaborado, deben esperar los resultados de algunos informes que podrían arrojar luz sobre lo que podría haber sucedido en ese tramo de tiempo.
Cuando la fiscal le preguntó porque no habló durante aquel día, si estaba tan arrepentido o como pensaba que todo iba a seguir si no la encontraban, Caporossi dijo que sabía que la iban a encontrar.
-Todo el día estuve esperando que la encontraran.