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Las fuerzas federales que habían arribado en abril a Rosario para pacificar los barrios mas violentos iniciaron su retirada. Durante ocho meses, dos mil efectivos patrullaron los territorios atravesados por la vilencia narco y capacitaron a la policia provincial, que asumirá el control de los barrios.

El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, confirmó que el retiro de los efectivos forma parte del acuerdo realizado con el gobierno de la provincia de Santa Fe. “Cumplimos con la palabra de mantener dos mil hombres durante más de ocho meses” rdijo Berni. "Llegamos a Santa Fe para hacer algunas operaciones vinculadas con la lucha contra el narcotráfico, y en ese momento el gobernador de Santa Fe nos pidió que nos quedáramos porque tenían problemas con la policía local. Nos quedamos, le ayudamos y desde abril nos hemos quedado el tiempo necesario para que la policía de Santa Fe pusiera dos mil nuevos policías en Rosario”, agregó.

“Cada uno de los destacamentos móviles que estaban cumpliendo servicios en la ciudad de Rosario están volviendo a sus lugares de origen", explicó el secretario de Seguridad. "Ha quedado en Rosario el móvil 2, que tiene 600 efectivos, y que como su palabra lo indica es móvil, y que realizarán distintos operativos durante 2015 en los diferentes lugares del país de acuerdo a las necesidades operativos de la gendarmería", explicó Berni a una radio rosarina.

Unos tres mil efectivos de Gendarmería y Prefectura desembarcaron en los barrios rosarinos en abril del año pasado. Durante ocho meses patrullaron las zonas conflictivas y capacitaron a la policía provincial. En el primer día se realizaron cerca de un centenar de allanamientos con el objetivo de ocupar los territorios dominados por las organizaciones narcocriminales.

En los meses siguientes, un total de 1.500 gendarmes y 500 prefectos trabajaron de manera permanente junto a la policía santafesina en la lucha contra el narcótrafico, principalmente, y desmantelaron decenas de "búnkers" ubicados en distintos puntos de la ciudad y en los que se vendían drogas. Este operativo de "pacificación" se puso en marcha luego de que Rosario registrara en 2013 un total de 217 homicidios dolosos.