A Maida Natalí Castro, de 17 años, la buscaban como posible víctima de trata. Sin embargo, apareció en el cementerio de General Villegas, de La Matanza. Según confirmó el abogado que representa a la organización Madres de Víctimas de Trata, el cuerpo de la joven había sido encontrado sin vida, en una casa de la localidad provincial, a 20 horas de su desaparición.
Cinco años de investigación, diez cuerpos en una causa judicial, la desesperación de una familia frente a la incertidumbre son algunas de las cosas que podrían evitarse de existir un cotejo entre las personas enterradas como NN y las que son denunciadas como desaparecidas. El tema vuelve a ponerse en debate con el hallazgo en el cementerio de General Villegas, La Matanza, del cuerpo de Maida Natalí Castro, desaparecida la noche del 11 de mayo de 2010. Desde la agrupación Madres de Víctimas de Trata explicaron a Infojus Noticias que aún no tienen detalles sobre las causas de su muerte, aunque sí saben que la encontraron asesinada en una casa de Villegas, al día siguiente de su desaparición.
El descubrimiento del cuerpo de Maida conecta la memoria con lo que sucedió en el caso de Luciano Arruga, hallado en octubre del año pasado, en el cementerio de Chacarita, también enterrado como NN. En ese caso, las huellas dactilares del cuerpo enterrado sin nombre habían sido tomadas el 3 de febrero de 2009, en la Morgue Judicial. La versión oficial decía que Luciano había sido atropellado por un auto. En ese entonces, los especialistas de la Policía Científica cotejaron las muestras para conocer la identidad del chico pero los resultados fueron negativos. Luciano estaba desaparecido desde enero de 2009, después de haber sido detenido por la Policía.
“Nosotros pedimos un registro nacional centralizado de huellas dactilares de entierros NN. Con un registro de este tipo en funcionamiento, no hubieran pasado cinco años de búsqueda inútil, especulando que estaba en una red de trata, que la podrían haber sacado del país”, dijo Miguel Santiago, abogado de la organización que representa a Marina, la mamá de la chica.
Aquella noche de mayo de 2010, Maida (17) había salido supuestamente a encontrarse con un hombre en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires. Desde entonces, no se supo más nada de ella. Pero, en su búsqueda, su madre dio con un dato: Maida podía estar enterrada en una tumba sin nombre, en el cementerio de Villegas. Esa información fue entregada a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) y, cinco años después, lograron ubicarla. “Hasta el momento en que la encontró la Protex, nunca habíamos tenido una pista de ella”, contó Santiago.
Según explicó el abogado, a Maida la encontraron sin vida producto de una muerte violenta, dentro de una casa de Villegas. “En este contexto, teniendo en cuenta cómo se encontró el cuerpo y la data de la muerte, aparentemente no sería un tema de trata”, dijo y remarcó: “El expediente de búsqueda ya tiene diez cuerpos y hace cinco años la chica estaba enterrada en La Matanza”.
Además, el letrado aclaró que el entierro NN estaba realizado de forma legal: “Ella desapareció a las 22, del 11 de mayo de 2010 y la encontraron muerta el 12 en una casa de Villegas. La Fiscalía que estuvo a cargo del hecho hizo el chequeo en la base provincial de personas desaparecidas y no encontró nada –Maida era de Capital Federal– entonces ordenaron el entierro como NN. La causa se archivó”, contó el abogado. “Ahora, pidieron la exhumación del cuerpo, una nueva autopsia y que se investiguen los pormenores de cómo sucedieron los hechos”, concluyó.
JC/LL