El fiscal lo había acusado de “homicidio agravado por el vínculo y por haberse cometido contra una mujer mediando violencia de género”. Los hijos de la pareja revelaron que existía un plan criminal y suicida de su madre, de quien el hombre se había separado hacía un tiempo.
Fue Daiana Lotito la que primero vio los cuerpos ensangrentados de sus padres aquel 5 de junio de 2013. Herido en el pecho, la espalda y una pierna, José Francisco Lotito fue por ella en busca de ayuda. Al lado, en el piso de su casa de la infancia, en General Rodríguez, yacía inconsciente su madre, Estanislada Rojas. Daiana los llevó junto a su marido Marcelo al hospital, pero su mamá murió antes de llegar. Le habían clavado dos puñaladas. Su padre fue internado de inmediato; cinco cuchilladas lo habían dejado en un estado muy grave. Pero sobrevivió.
Con Estanislada muerta y sin testigos, nadie sabe a ciencia cierta qué pasó aquel día de invierno. En la causa que investigó los hechos, el fiscal de instrucción condenó a Lotito por femicidio. Ahora, en cambio, un tribunal de Mercedes lo absolvió luego de haber estado casi dos años en prisión. La prueba que dio vuelta el caso está en una carta y el testimonio que los hijos de la pareja, Daiana y Facundo, dieron tras encontrarla. “Mi padre es inocente. Él no quiso matar a mi madre, sino que fue un plan pensado por ella”, declaró Daiana en la causa.
Estanislada y José estaban juntos hacía más de 30 años cuando la relación terminó. Él decidió irse de la casa y Estanislada entró en una depresión cada vez más profunda. Su ira y desesperación fueron aún mayores cuando se enteró que su exmarido estaba ahora en pareja con una mujer más joven, que ella conocía: cuando todavía estaban juntos, aquella mujer había ido algunas veces a la casa de Legaz 403 a tomar unos mates. Echa una furia fue a la casa de su vecina y a los piedrazos le rompió los vidrios. La nueva pareja de José le hizo entonces una denuncia penal por daños.
—Quedate tranquila que yo voy a hacer que te saque la denuncia — le había dicho José a su exmujer para calmarla.
Pero Estanislada no pudo. Días enteros los pasaba encerrada, llorando. De lo único que hablaba era de José. Cada tanto, sus hijos la notaban ida.
El 5 de junio de 2013, Estanislada esperó a su exmarido en la casa que habían compartido. José debía llevarle dinero de la mensualidad. Una vez adentro, el hombre sintió unas puñaladas por la espalda. Al darse vuelta vio a su ex mujer con una cuchilla en la mano y se abalanzó sobre ella para sacársela. Ambos cayeron al piso y forcejearon. Eso es todo lo que recuerda José de aquel día. Después, dice, perdió el conocimiento. Estanislada falleció poco después.
No fue hasta que una de las hermanas de Estanislada entró en la casa dos días más tarde para limpiar y buscar los papeles que necesitaban para el sepelio que la familia entendió lo que había sucedido.
La carta
Lo que la hermana encontró fue una carta escrita por Estanislada, fechada el 4 de julio de 2013, un día antes de su muerte.
“Marcelo [su yerno, marido de Daiana], tratá de que Facu no venga del trabajo, que no vea nada, que le pongan algún sedante, porque es muy sensible y tiene problemas de ánimo y también a Dai y a ti a vos”, escribió Estanislada en el segundo párrafo. A lo largo del texto, la mujer relata que estaba demasiado deprimida: "Yo así como vivo, depresiva, los voy a enfermar, perdón".
Pero su propia muerte no es lo único que Estanislada anuncia en la carta.
“Cambiale la cerradura al chalet, la atorranta se va a robar todo el sacrificio que hay en esa casa, lo hicimos entre todos, es de sus hijos", escribió también.
Ese pedido que la mujer le hace a su yerno, para Daiana es el indicio que sostiene lo que afirmó en su declaración: que su madre tenía la idea de matar a su padre y luego suicidarse. Para la hija de Estanislada y José, su madre terminó con su vida porque creyó que su exmarido había muerto.
Sin embargo, el fiscal de instrucción de Luján, Oscar Reggi, detuvo a José Lotito por “homicidio agravado por el vínculo y por haberse cometido contra una mujer mediando violencia de género” y pidió la elevación a juicio oral. Como Estanislada tenía heridas en las manos, para Reggi se quiso defender y en el medio de la pelea también le aplicó a su exmarido cinco cuchilladas, dos en el tórax, dos en la espalda y una en la pierna.
Para Sergio Doutres, abogado de Lotito, “todo indica que la mujer tenía todo planificado y que lo citó en la casa para matarlo” ya que “Lotito era tranquilo, una persona medida”. Aunque el fiscal tomó la carta como elemento de la causa, “no le prestó nada de atención”.
Hasta que finalmente llegó el juicio. Allí declararon los dos hijos de Estanislada, quienes contaron lo deprimida que estaba la mujer, que siempre decía que se iba a matar y que iba a matar a José. “Fue duro porque es la madre. Además tienen algo de culpa por no haber hecho algo por la salud mental de ella. Tenía un serio problema de depresión, pero no estaba bajo tratamiento porque ella hacía como le parecía. Algún médico sugirió internarla”, dijo a Infojus Noticias Doutres.
Luego de casi dos años de estar preso en la Unidad penitenciaria N°21 de Campana, ahora el tribunal de Luján integrado por Ricardo Marffía, Eduardo Costía y Alejandro Caride lo absolvió. Para la fiscal Valeria Chapuis, no hay pruebas que indiquen la culpabilidad de José Lotito.
Para Doutres, “el juicio fue muy atípico” porque los testimonios de los hijos fueron conmovedores. La fiscal terminó con lágrimas en los ojos cuando los escuchó.
Los testimonios de los hijos en causas que involucran a sus padres
Los códigos procesales de Nación, Ciudad y Provincia de Buenos Aires establecen que los hijos no pueden denunciar ni declarar contra sus padres. Un caso muy conocido en donde esta norma entró en juego fue el la denuncia de Lorena Martins contra su padre, el ex espía de la SIDE Raúl Martins, en la que lo acusó por trata de personas con fines de explotación sexual. Después de algunos vaivenes judiciales, la jueza Servini de Cubría cerró la investigación luego de argumentar que una hija no puede denunciar a su padre.
Sin embargo, esa norma “cede cuando el delito ha sido cometido contra una persona que tiene el mismo vínculo”, dijo a Infojus Noticias el penalista Adrián Albor, además abogado de Lorena Martins. Esto significa que aunque en el caso de General Rodríguez los hijos de Estanislada y José Lotito no podrían declarar en contra de uno de sus padres, acá tienen la obligación de hacerlo porque con la víctima tienen la misma relación de parentesco: también es su padre.
“La prohibición es contra, pero pueden declarar a favor”, explicó Albor. Además, aclaró, “si el delito está cometido contra una persona que tiene el mismo grado de parentesco, el hijo tiene la obligación de declarar”.
Sin embargo, el penalista fue crítico. Para Albor, el caso de Martins puso en tela de juicio la prohibición. “Hicimos un planteo de inconstitucionalidad de la norma respecto del caso a la Cámara Federal de Casación Penal porque Argentina ha firmado un tratado comprometiéndose a prever y reprimir la violencia en la trata de personas, entonces no puede invocar su derecho interno para abstraerse de sus obligaciones internacionales”.
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