Tenía 16 años la noche del 28 de diciembre de 2003, cuando desapareció. Su cuerpo fue encontrado días después en el Parque Pereyra Iraola, envuelto en bolsas de nylon. La autopsia dijo que fue abusada y asfixiada.
El juicio por el crimen de la adolescente Natalia Di Gallo comenzará esta mañana en los tribunales de Quilmes. Hay dos imputados. El debate estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal N° 4, integrado por los jueces Alberto Ojeda, Mario Caputo y Andrea Calza. En el banquillo de los acusados estarán Nicolás Goméz (28) y Daniel Feliciano Ojeda (45), imputados por los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada por el resultado de muerte en concurso real con abuso sexual". El primero de ellos llegó al juicio preso y el segundo con falta de mérito.
Natalia tenía 16 años cuando desapareció la noche del 28 de diciembre de 2003. Unas horas antes Gómez la había pasado a buscar por su casa de Florencio Varela. Gómez declaró que aquella noche fueron al Parque Pereyra Iraola y cuando estaba con Natalia en su Renault 11, un hombre rompió la luneta del auto, los amenazó con un arma, lo encerró a él en el baúl y la secuestró ella. Dijo que luego él logró salir del vehículo y fue a pedir ayuda a una estación de servicio. A partir de la denuncia se empezó buscar a la chica, cuyo cuerpo apareció cuatro días más tarde, en el parque. Estaba envuelto en bolsas de nylon.
La autopsia determinó que había sido abusada sexualmente y que murió por una "asfixia mixta", por la obstrucción de las fosas nasales y la boca, en combinación con la compresión torácica-abdominal que sufrió cuando soportó el peso de una de las personas que intentaba violarla. También se estableció que había sido asesinada en otro lugar y luego envuelta en las bolsas, atada con sogas y depositada en el parque.
Las pericias hicieron caer el testimonio inicial de Gómez. El resultado de un peritaje del Centro de Investigaciones de la Universidad Nacional de La Plata determinó que las prendas que él vestía al momento del hecho, "bermudas negro y remera negra con vivos turquesas e inscripciones orientales no poseen sedimentos adosadas a las mismas y lucen demasiado limpias como para haber estado en el baúl de un auto". Los peritos tampoco hallaron restos de vidrio en la ropa del acusado ni en la de la víctima, lo que contradice la versión de Gómez acerca de que el supuesto delincuente rompió la luneta cuando ambos estaban en el vehículo.
Durante la investigación se descubrieron algunas irregularidades, como la presencia de una astilla de vidrio con sangre de Natalia entre los restos de tierra tomados del interior del auto de Gómez. Esto se debió a una "ausencia de custodia" de las muestras. En su momento permitió sostener la versión del acusado.
Gómez fue detenido en enero de 2004 y liberado en abril de ese año por “falta de pruebas”. Pero en el año 2011 volvió a quedar detenido tras la declaración de un testigo que presenció cuando desde un Renault 11 como el de su propiedad, un muchacho con ropas y características fisonómicas similares a las de él, pasaba por la fuerza a una chica a otro auto en el que había otras personas.
El otro imputado, Daniel Feliciano Ojeda, era remisero. Primero fue detenido por el robo de un Peugeot 504 blanco señalado por otro testigo como el mismo tipo de auto en el que vio a una chica parecida a Natalia pedir auxilio la noche en que desapareció. Después Ojeda quedó preso por el crimen de la adolescente. En 2005 fue excarcelado, también por falta de pruebas. Si bien la fiscalía pidió el sobreseimiento de Ojeda, la Justicia de Garantías lo envió a juicio porque su rostro coincidía entre un 80% y 90% con el identikit que hizo Gómez sobre el supuesto delincuente que lo asaltó a él y raptó a Natalia.
En la requisitoria de elevación a juicio a la que accedió Télam, también se tomaron en cuenta tres testigos, dos que afirmaron que el del identikit era Ojeda y un tercero que se refirió a una "fiesta negra" en la que supuestamente violaron y mataron a Natalia y en el que había un hombre en un Puegeot 504 blanco. Para la familia Di Gallo, el remisero siempre fue un "chivo expiatorio" para desligar del caso a Gómez, a quien consideran fue el "entregador" de Natalia a un grupo de hombres que la violaron y asesinaron.
Entre los primeros testigos que declararán hoy están los padres de Natalia, Juan Di Gallo e Hilda Gonzáles, y Karina Di Gallo, una prima de la joven. "Es una especie de interlocutora porque fue a quien Natalia le contó lo que hizo con Nicolás Gómez (uno de los imputados) la noche anterior a ser raptada", dijo a la agencia Télam Daniel Mazzochini, abogado de la familia de la víctima. Juan Di Gallo siempre estuvo convencido de la responsabilidad de Gómez en el caso y espera que en el juicio no sólo sea condenado sino que "hable" y revele quiénes fueron los autores materiales del crimen de su hija. Mazzochini explicó que se prevé que a lo largo del juicio, que tendrá unas 40 jornadas, declaren alrededor de 200 testigos.