Infojus Noticias

"Estoy tranquila, muy tranquila esperando la sentencia" dijo a Infojus Noticias Sonia Molina, la mujer que acusó a una periodista y a su marido de mantenerla cautiva y abusar de ella. Pocos minutos antes de ir al estudio de Gustavo Avellaneda, su abogado, donde esperara la hora de la sentencia, la mujer habló con esta agencia y resaltó que "confia totalmente en la justicia".

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de Bahîa Blanca dará este mediodía su veredicto en el juicio al supuesto pastor Jesús Olivera y su esposa, la periodista Estefanía Heit. Ambos están acusados de haber mantenido cautiva, golpear y abusar sexualmente durante tres meses de Sonia Molina en la casa de la ciudad de Coronel Suárez dónde vivían. Cuando logró escaparse, en noviembre de 2012, la mujer estaba desnutrida, deshidrata y golpeada.

La sentencia está prevista para las 13. La semana pasada, durante la etapa de alegatos, los jueces María Elena Baquedano, Mario Lindor Burgos y Hugo Da Rosa, escucharon el pedido del fiscal Eduardo Zariategui. En su exposición, Zaratiegui pidió una pena de 22 años de prisión para Olivera y de 16 para la periodista por los delitos de "privación ilegal de la libertad con fines coactivos, agravada por haber causado a la víctima lesiones graves, homicidio en grado de tentativa y estafas reiteradas en concurso real". En el caso de Olivera, el fiscal también le imputó el delito de "abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado" en perjuicio de la víctima.

Zaratiegui aclaró que aún si el Tribunal no diera por probado el abuso sexual de Molina, Olivera debería recibir una pena de 20 años de cárcel. El fiscal dio por probado que "entre el 9 de agosto del 2012 y el 12 de noviembre del mismo año, en el domicilio de Grand Bourg 1823, de Coronel Suárez, se redujo y ocultó a Sonia Marisol Molina".

Zaratiegui, segundo fiscal del caso tras el alejamiento de María Marta Corrado, agregó que Molina sufrió golpes de puño, rodillas y mano, además de otras agresiones con elementos que le provocaron lesiones y quemaduras. Y detalló que la mujer estuvo durante esos tres meses de encierro bajo amenazas contra ella y su familia. También destacó que tanto Heit como Olivera la hacían pedirle dinero a su familia, oriunda la localidad de Río Colorado en Río Negro.

El estado de desnutrición y deshidratación en el que la mujer fue encontrada la madrugada del 12 de noviembre, cuando logró escapar de la casa de la pareja por un ventiluz, fue otro de los puntos a los que hizo referencia Zaratiegui y aseguró que "se puso en riesgo cierto su vida producto de una alimentación deficiente y de períodos de ayunos". Al momento de ser encontrada, Molina tenía 20 kilos menos que su peso habitual y contó que había sido obligada a comer comida y excremento de perros.

La defensa de la pareja pidió que ambos sean absueltos por "considerar que no se acreditó en el juicio la comisión de los delitos imputados a Olivera y Heit". Ambos se negaron a declarar en el juicio.

Molina fue la primera en declarar cuando empezó el debate, el 12 de mayo pasado, y ratificó durante su declaración ante el Tribunal sus denuncias inciales. La mujer, que tiene 33 años y es madre de una nena de 10, aseguró que fueron tantas las veces que Olivera abusó de ella que no podía recordar la primera.

Los testigos que declararon en el juicio también complicaron la situación de los acusados. Entre ellos estuvieron dos empleados municipales, un jornalero y dos médicos que atendieron a Molina luego de que escapara de su cautiverio. Ambos profesionales afirmaron que la mujer habría muerto de no recibir asistencia cuando escapó, por el deteriorado estado físico que presentaba y dieron cuenta de los golpes y las lesiones genitales que tenía.