Infojus Noticias

En la mesada de la comisaría 5ª de La Plata, donde nació Carlos Leonardo Fossati Ortega el 12 de marzo de 1977 mientras insultaban a su madre, atada de pies y manos, ya no cebarán mate los efectivos que heredaron ese lugar. Y ya no funcionará como tal el calabozo húmedo donde nació Ana Libertad Baratti De la Cuadra, la última nieta restituida. Porque esta mañana, después de una recorrida por la dependencia guiado por Fossati, Daniel Scioli anunció en una conferencia de prensa que será desafectada y transformada como espacio para la memoria. La decisión fue tomada por el gobernador después de pedidos de organismos de derechos humanos y de una sugerencia del Tribunal Oral Federal N°1, que en la sentencia del juicio del Circuito Camps exhortó “al Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires, a fin de que se desafecten las dependencias policiales que funcionaron como Centros Clandestinos de Detención”, entre los que se contaba la comisaría 5ta.

“Buscamos cumplir con todas las expectativas justas que tienen los organismos de derechos humanos, y por eso estamos acá, en este lugar emblemático, este día que es de dolor y de emoción”, dijo Scioli, rodeado por el secretario de Derechos Humanos bonaerense, Guido “Kibo” Carlotto, y Fosatti. De la recorrida también participaron el juez Federal Carlos Rozanski –presidente del TOF 1- y Marina Vega, directora provincial de Políticas Reparatorias. “Esta es una posibilidad histórica de pensar la ciudad de La Plata como un lugar muy golpeado por la represión ilegal. Contar con un espacio de memoria donde hubo una comisaría -muchas funcionaron como centros clandestinos de detención- es empezar a resignificar estos lugares de horror como lugares de vida”, reflexionó Vega en diálogo con Infojus Noticias.

“Queremos convertirlo en una casa de memoria, verdad y justicia, y vamos avanzando”, afirmó Scioli. Y explicó que el trabajo será en dos etapas. En la primera, se va a desafectar el sector de la comisaría donde estaban los secuestrados atados y encapuchados y parió Inés Beatriz Ortega. Y se habilitará una entrada a la comisaría para que se pueda visitar. Es el lugar que los policías que actuaron en ese lugar llamaron durante mucho tiempo en los estrados judiciales como el “área restringida” para ellos, por una supuesta subordinación policial al Ejército.

Esa coartada -la existencia de zonas dentro de las comisarías a las que sólo accedía personal castrense- fue desmentida con las declaraciones de los sobrevivientes –y también de policías- durante las últimas dos décadas. Durante la visita guiada, Fossati se lo subrayó al gobernador: todas las oficinas de la comisaría 5ª fueron parte del campo de concentración, y todos sus efectivos sabían –como la patota que torturaba- lo que pasaba ahí. Scioli se comprometió, en una segunda etapa, a desafectar la seccional por completo.

Fossati, por su parte, expresó que “es un alivio que este lugar pueda ser un sitio de memoria, que es a lo que está destinado a ser como tantos otros centros clandestinos de detención que se fueron recuperando en la Argentina y se construyeron espacios de memoria para mostrar lo que allí pasó”. Su mamá Inés Ortega y su papá Rubén Fossati pasaron por allí. También alrededor de 200 detenidos, 13 mujeres embarazadas y dos nacimientos en las sombras. “En este lugar estuvo detenido y dio testimonio Jorge Julio López, por este lugar transitó en el juicio contra (el represor) Miguel Etchecolatz, y luego de hacer este mismo recorrido fue secuestrado y desaparecido por segunda vez”, dijo.

Scioli aprovechó para referirse a la superpoblación en las comisarías bonaerenses, que quedó en evidencia con la fuga del fin de semana de una dependencia de Luján. “Hablé esta mañana con el ministro de Justicia, Ricardo Casal, para buscar rápidamente otras alternativas para descomprimir los detenidos en las comisarías”, dijo.