El Tribunal de Trabajo de San Salvador en Jujuy consideró que la patronal no tenía pruebas suficientes pero no se hizo lugar al pedido del trabajador de ser resarcido como "auxiliar expecializado".
En 2006, uno de los jefes el “Palacio de la Gasolina” responsabilizó a Julio Condorí por un faltante de figuritas “World Cup” y golosinas en el kiosco de la estación de servicio. Lo despidieron. Ahora, el Tribunal del Trabajo de San Salvador de Jujuy, dijo que deben resarcirlo económicamente en concepto de preaviso, mes de integración e indemnización por despido injustificado.
En la demanda laboral el hombre reclamó además que el monto de la reparación se calculara teniendo el sueldo de un auxiliar especializado pese a que en los registros figuraba como maestranza. Afirmó que en realidad cumplía funciones de “cadete, carga y descarga de mercaderías, repositor en depósito, salón de ventas al público por mayor y menor y cajero”.
El tribunal partió aguas: concluyó que el trabajador se encontraba “perfectamente encuadrado”, y no correspondía “que prospere el rubro diferencias salariales por encuadramiento de categoría”. Y en otro punto, que la prueba invocada por la patronal para justificar el despido resultaba insuficiente para responsabilizarlo por la diferencia entre el registro que llevaban en un documento Excel y el conteo de la mercadería.