Los uniformados de la comisaría 1° de esa localidad estaban acusados por apremios ilegales y por la muerte de cuatro adolescentes, que tuvo lugar durante un incendio de colchones en 2004. La prisión será de cumplimiento efectivo por lo que, tras conocerse la sentencia, quedaron detenidos.
Diez policías, entre ellos, el ex jefe de una comisaría de Quilmes, fueron condenados a penas de entre tres y 19 años de prisión, todas de cumplimiento efectivo, acusados por la denominada “Masacre de Quilmes”, en la que cuatro detenidos murieron en 2004, durante un motín.
Según la agencia Télam, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Quilmes que condenó a todos los policías determinó que quedaran detenidos, luego de que hubieran llegado en libertad al debate oral: cuatro de ellos fueron destinados a una cárcel común; los otros seis tendrán arresto domiciliario.
La sentencia fue celebrada por los familiares de las víctimas: Elías Giménez (15), Diego Maldonado (16), Miguel Aranda (17) y Manuel Figueroa (17). Los jueces Alicia Anache, Armando Topalián y Alejandro Portunato condenaron al inspector Fernando Pedreira a 19 años de prisión por “apremios ilegales reiterados en concurso real con tormentos”; al entonces jefe de la comisaría de Quilmes, Juan Pedro Soria, a 10 años por “estrago culposo seguido de muerte y omisión de evitar tormentos”; al cabo Hugo D'Elía a 10 años; y al agente Juan Carlos Guzmán, a 9 años, por los “apremios ilegales”.
Tanto por Soria, como por Pedreira, D'Elía y Guzmán, los jueces pidieron la inhabilitación especial perpetua para ocupar cargos públicos y ordenaron la inmediata detención de los cuatro. En tanto, el subcomisario Basilio Vujovich fue condenado a 4 años de prisión; los inspectores Jorge Gómez y Humberto Ávila, a 3 años; los agentes Gustavo Altamirano y Franco Góngora, a 3 años y cuatro meses; y la agente Elizabeth Grosso, a 3 años y medio. Todos ellos por el delito de apremios ilegales. Para estos seis policías, los jueces ordenaron el arresto domiciliario con monitoreo electrónico hasta tanto se confirme la sentencia en instancias superiores, caso ante el cual deberán ser trasladados a una cárcel común.
Durante los alegatos, el fiscal de juicio Claudio Pelayo había solicitado que el ex comisario Soria fuera condenado a 8 años de prisión por considerar que no hizo nada para evitar los y el incendio que se produjo en la comisaría, que provocó la muerte de los adolescentes. Pelayo había pedido 22 años de cárcel para Pedreira ya que le atribuyó diez hechos de apremios ilegales y siete de tormentos contra los jóvenes detenidos.
En tanto, para D'Elía había solicitado 15 años por dos apremios y tres tormentos; 13 para Ávila, por cuatro apremios y un tormento; 11 para Guzmán, por tres apremios y un tormento; 9 para Vujovich, Grosso, Góngora y Altamirano; y 5 para Gómez.
El hecho ventilado en el debate ocurrió la noche del 20 de octubre de 2004, cerca de las 23.30, cuando los detenidos iniciaron una quema de colchones en sus celdas de la comisaría 1ra. de Quilmes, situada en la esquina de Alem y Sarmiento, en pleno centro de esa ciudad.
Según la investigación, al momento de iniciarse el conflicto había 17 adolescentes detenidos en la dependencia, siete de ellos en un calabozo y los restantes 10, en otro. Durante la tarde, los policías ingresaron a las celdas, los hicieron desnudarse y los golpearon, lo cual era una “práctica sistemática”, según declararon varios testigos, quienes añadieron que los detenidos eran obligados a pelearse entre sí mientras los uniformados “apostaban” a ver quién ganaba.
Esa noche, un oficial le dijo a Maldonado que su hermanita de dos años había muerto –lo cual era falso– por lo que el joven empezó a gritar para que lo dejaran salir e ir con su familia.
Página12/JC/Télam/LL