Cuando la chica aún estaba desaparecida, un llamado anónimo denunció que "la habían vendido" y señaló un lugar en Villa Bosch, pero el allanamiento ordenado por el juez dio negativo, igual que las intervenciones telefónicas. El delito de tráfico de personas es de competencia federal, y la causa tramita en la Justicia ordinaria.
Cuando habían pasado 15 días de la desaparición de Melina Romero, un hombre llamó a la casa de su familia en Ciudad Jardín. Atendió el hermano de 16 años de la chica. Del otro lado una voz anónima le contó que a Melina la habían vendido, la habían subido a un Peugeot 504 de color celeste metalizado. “Ojalá encuentren viva a tu hermana”, le dieron antes de cortar. La Justicia ordenó allanamientos e intervenciones telefónicas que dieron resultados negativos. Fuentes judiciales confirmaron a Infojus Noticias que no se investigó por trata de personas en el expediente.
El delito de tráfico de personas es un delito de competencia federal. Por ahora, la causa investigada por la Justicia ordinaria de San Martín, está caratulada como homicidio doblemente agravado. En el caso tampoco se dio intervención a la Procuraduría para el Combate de la Trata y Explotación de Personas (Protex).
El llamado anónimo apuntaba a un hombre alias “Toni Ofi” que se “dedicaba a vender chicas” y señalaba una dirección de Villa Bosch donde podría estar la adolescente, según figura en el expediente judicial al que tuvo acceso Infojus Noticias. “Toni Ofi es muy pesado y se mueve por la Villa 18” dijo el hombre al que atendió el hermano de Melina. Por esta pista, la fiscal de San Martín María Fernada Billone pidió una orden de allanamiento al juez Mariano Andrés Porto. El reporte policial del operativo confirmó la presencia de dos vehículos que la comunicación señalaba: un Volkswagen Senda abandonado y un Peugeot 504. Sin embargo, el resultado del allanamiento fue negativo. En ese momento la causa aún estaba caratulada como “averiguación de paradero”.
No era la primera vez que los Romero recibían información de su hija. El 4 de septiembre alguien los llamó desde Sarandí pidiendo un millón de pesos por la chica. El número de teléfono estaba en todos los panfletos que sus familiares y amigos pegaban por el barrio. También figuraba en algunos medios locales. Cuando el caso se mediatizó los llamados se multiplicaron y se extendieron al 911.
La hipótesis principal que maneja la fiscal es que se trató de un femicidio. El testimonio de Joel “Chavito” Fernández el 12 de septiembre empujó el cambio de carátula a homicidio doblemente agravado por la participación de dos o más personas en contexto de violencia de género.
La joven salió de su casa la noche del 23 de agosto a festejar sus 17 años en el boliche ‘Chankanab’ de San Martín. Las cámaras de seguridad registraron que llegó a las 23.24 y salió a las 6.46 del domingo acompañada de tres o cuatro hombres. Un mes después de la desaparición dos mujeres encontraron su cuerpo en una bolsa de residuos y envuelto en una frazada. Estaba a la vera del arroyo José León Suárez, un desprendimiento del Río Reconquista. La autopsia no pudo determinan con exactitud cómo murió la chica y si hubo un ataque sexual previo.
Por el caso hay cuatro detenidos: un adolescente de 16 años y otros tres mayores de edad, Joel “Chavito” Fernández, de 20 años, el “Narigón” Elías Fernández, de 18, y Javier Rodríguez, de 44. Están acusados de homicidio doblemente agravado por violencia de género y la participación de dos o más personas. Además, la Justicia busca a otros dos sospechosos: el conductor del auto al que se habría subido Melina a la salida del boliche y un hombre que estuvo en la casa de Pablo Podestá.
Mañana “Chavito” ampliará su declaración indagatoria. Por otra parte, esta semana la Cámara de Apelaciones de San Martín debe resolver si confirma o no la prisión preventiva del único menor detenido en el marco de la investigación.