Infojus Noticias

El lunes, poco antes del mediodía, Rodrigo Troche decidió terminar con su vida. Se tiró desde el noveno piso del edificio “Torre del docente”, en el barrio Villa Sarita de la capital misionera, donde vivía junto a su familia. Tenía 14 años. Dejó tres cartas en las que explicaba los motivos de su decisión. Estaban dirigidas a sus padres y hermanos. De inmediato surgieron versiones de que el chico sufría de acoso escolar y, harto de eso, se quitó la vida. Concurría, desde hace dos años al Instituto Roque González, uno de los más tradicionales y de formación católica más férrea de Posadas. 

 

“Lamento muchísimo el suicidio de Rodrigo. Estamos conmocionados”, explicó en diálogo con Infojus Noticias, Juan Rajimón, cura y rector suplente de la institución. “Era un buen estudiante, con buenas notas. Un chico normal, no había nada extraordinario en él”, contó. “No había indicios de que fuera a tomar una decisión así. En ningún momento recibimos reclamos ni de parte de él, ni de su familia, ni compañeros”, agregó. Sin embargo, resaltó que el joven “era introvertido, callado y faltaba mucho a clase”. Esto, sostienen los especialistas, es uno de los signos de alerta que indican acoso escolar. 

 

En diciembre de 2007 la escuela fue denunciada por el abogado Roberto Sena y su esposa, María Silvia Jabornicky, padres de dos alumnos, que entonces tenían 7 y 5 años, por negarse a reinscribirlos. Sena presentó la denuncia ante la justicia y el INADI, que falló a favor de los demandantes en 2010. Mariano Antón, delegado del INADI en Misiones, fue quien instruyó la causa. La semana pasada brindó a pedido de la comisión de padres del colegio una charla sobre acoso escolar. Destinada a chicos de sexto y séptimo grado, se realizó una primera jornada, tras la cual se decidió una segunda para padres y chicos, “pero siempre de esas edades o más chicos”, aclaró Antón. 

 

Consultado sobre la denuncia de Sena, Rajimón aclaró que en ese momento aún no era rector. Y afirmó: “En un momento, el hijo de Sena tuvo un accidente en la escuela donde se hizo todo lo había que hacer. Luego tuvimos problemas de comunicación con la familia. Lo citamos a Sena por un intercambio que hubo entre el chico y la maestra, pero él nunca se acercó. Cuando vino a reinscribir al hijo, se le explicó que primero debía venir a la citación para hablar varios temas puntuales y que luego se lo reinscribiría. Pero no accedió. Se trata de la educación y es imposible hacerlo si no hay intercambio entre el colegio y la familia”, explico Rajimón. 

 

Sin embargo, el dictamen 567, con fecha 15 de octubre de 2010 del INADI, concluye: “Teniendo en cuenta lo expuesto, esta asesoría letrada considera que los hechos denunciados  configuran un acto discriminatorio en los términos establecidos por la Ley 23.592 y normas concordantes”. 

 

Por el momento, Rajimón no tuvo contacto con la familia de Rodrigo. “No hubo velatorio, solo cremación. Estoy en contacto con el tío de Rodrigo y le manifesté la intención de ir, pero era algo muy privado. En los próximos días me voy a acercar a ver a su familia. Están muy conmocionados ahora”, afirmó.