María Medina fue asesinada en 2012, en Tucumán. Su madre recibió un llamado donde se le advertía que estaba en peligro. Hoy declaró: “Había mucho humo y vi un montículo tapado, pero no imaginé que era María”. El acusado, Armando Martín, ya tenía un historial de violencia de género.
El 11 de abril de 2012, Ruth Tomatis recibió un llamado que la alarmó. Se subió a un taxi y pidió que la llevaran rápidamente a la casa donde su hija María Medina convivía con Armando Martín, en la capital tucumana. Martín no la dejó pasar y tuvo que esperar a la policía. Cuando entró “había mucho humo y vi un montículo tapado, pero no imaginé que era María”, recordó hoy al declarar en la primera audiencia del juicio por el asesinato de su hija.
Esta mañana, después de contar cómo encontró a su hija, Ruth tuvo que recibir asistencia médica en los tribunales de Tucumán. Antes había contado a los jueces Pedro Roldán Vázquez, María Elisa Molina y Juana Juárez de sala I de la Cámara Penal que desde que su hija comenzó a salir con Martín tuvo miedo por ella. Recordó que, antes del desenlace fatal, había pedido ayuda en comisarías y en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Tucumán, pero nadie le dio respuestas. Todos le dijeron que su hija era grande y que era ella quien tenía que presentar la queja.
Hace 20 días, el 6 de mayo, Ruth enfrentó un nuevo obstáculo en el pedido de justicia por su hija. Ese día debería haber empezado el juicio, pero cuando se presentó en tribunales con su abogado, Carlos Mayer, le avisaron que la audiencia se suspendía. El defensor Sebastián Herrera Prieto había solicitado una nueva pericia psiquiátrica para Martín. “Esperaban postergar las audiencias hasta tanto estuviera el resultado”, contó Mayer. Pero transcurrida unos días, la sala I de la Cámara penal fijó para hoy la fecha de inicio del juicio; aunque como todavía no se conocieron los resultados de estos estudios el imputado prefirió no declarar.
“La maté por amor a vos”
El crimen de María llegó a juicio caratulado como “homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento” y Martín es el único imputado. Según confirmó la autopsia, ese día, antes que sufriera víctima de las llamas María ya tenía la nariz, la mandíbula y las costillas fracturadas por los golpes. Carlos Mayer, el abogado que representa a su madre en el juicio, adelantó a Infojus Noticias que evalúa pedir para Martín la pena máxima porque “actuó con perversidad brutal, prolongado innecesariamente su agonía”.
Mayer comentó que según las pericias el acusado “le siguió pegando mientras se quemaba, algo que se advierte porque ella estaba en una posición defensiva”. Después “la aplastó con una mochila y una cortina, cerró la habitación con llave y tiró agua afuera de la habitación para simular que había intentado ayudarla”, contó el abogado. María habría fallecido por asfixia.
La primera testigo en este juicio fue Mercedes Chávez, una mujer que habiendo estado en pareja con Martín también padeció sus maltratos. Obligada a trasladarse en una silla de ruedas desde la infancia cuando entró a la sala Mercedes pidió que los medios televisivos y los fotógrafos se retiraran; después accedió a contar lo ocurrido. “La maté por amor a vos”, recordó que le dijo Martín esa tarde cuando la llamó. Fue ella quien inmediatamente después se comunicó con Ruth y le advirtió que María estaba en peligro.
“Fue una declaración importante”, contó Mayer y destacó que Mercedes vivía sola con su madre y su abuela oriundas de Santa Fe. “Esto da un perfil del tipo de relaciones que generaba el imputado. A María también la separó de su entorno familiar, le rompió el teléfono para que no se comunicara con su madre y le molestaba mucho que ella trabajara como traductora y dando clases de inglés”.
Femicidio
En total son poco más de 20 los testigos solicitados por las partes, entre los que están los policías que llegaron a la casa, los vecinos que advirtieron el fuego y pidieron ayuda y los peritos que intervinieron en la investigación. El primero de estos testigos fue el jefe de la División de Homicidios y Delitos Complejos que intervino en la investigación, Hugo Rafael Cabezas. El comisario reconoció la cortadora de césped de donde el imputado habría sacado la nafta con que prendió fuego a María.
Esta mañana, Adriana Guerrero, representante del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem) confirmó a Infojus Noticias que esta organización integrará el juicio como amicus curiae. “Exigimos en el análisis de las pruebas recabadas y de aquellas que se decidan adoptar una perspectiva de género”, apuntó la organización. Tanto desde la organización como de la querella consideran que si bien el hecho ocurrió antes de que se incluyera en el Código Penal el delito de femicidio y es difícil que el Tribunal acepte el cambio de carátula: “es importante encuadrarlo simbólicamente como tal”.
Está previsto que el juicio, que se retoma mañana a las 9.30, concluya la próxima semana, tras conocerse el pedido de pena realizado por el fiscal de Cámara Carlos Sale, el querellante Carlos Meyer y los alegatos de la defensa que presumen las otras partes intentará discutir el monto de la pena que corresponda a Martín.