El viernes 29 de noviembre Gabriel Gutiérrez declaró como testigo y al día siguiente fue asesinado. “La misma familia prácticamente desvincula el crimen del caso de Brian”, dijo a Infojus Noticias el fiscal.
El viernes 29 de noviembre Gabriel Gutiérrez declaró como testigo. Su testimonio fue crucial en el caso de gatillo fácil en el que murió su amigo, Brian Hernández, de 14 años. Al día siguiente, el sábado por la mañana, Gabriel fue el protagonista de su propio crimen. Le pegaron cinco balazos en la puerta de la casa de su novia, en el barrio Almafuerte de la capital neuquina. Mientras se desangraba alcanzó a decir el apodo de su asesino: “el Gordo”. Para la Justicia, que ya identificó al agresor y libró una orden de captura para detenerlo, no existirían vínculos entre ambos casos. La causa, en la que interviene la fiscalía N° 2 a cargo de Maximiliano Breide Obeid, está caratulada como “homicidio calificado”.
“La misma familia de Gutiérrez es la que prácticamente desvincula al caso Brian del crimen de Gabriel” dijo a Infojus Noticias el fiscal, quien llegó al lugar del crimen pocos minutos después y ordenó las pericias necesarias y la posterior autopsia del cuerpo. Un testimonio clave de la causa es el de la mamá de la novia de Gutiérrez. Ella aseguró que al acercarse al joven cuando este estaba en el piso, él le susurró que había sido “el Gordo”, un vecino de la zona con el que él había tenido un problema en febrero, el que le disparó. “Él –por Gutiérrez- había tenido un problema con este hombre, le había efectuado varios disparos de arma de fuego y le pegó tres. Y por eso este hombre incluso estaba tramitando un certificado de discapacidad ante el ANSES”, explicó Breide Obeid a Infojus Noticias.
El problema habría empezado luego de que Gutiérrez fuera a comprarle droga al “Gordo” y éste se negara a vendérsela, por lo que Gutiérrez lo baleó. Esto habría sido el detonante para una venganza de parte del hombre. En los días previos al crimen, Gutiérrez le había comentado a sus familiares que “el Gordo” lo estaba buscando para matarlo. “Él se lo habría transmitido a su familia, pero no hizo la denuncia”.
El día antes de morir, Gutiérrez había declarado en el juicio por el crimen de Brian. El chico fue asesinado el 19 de diciembre pasado por un balazo que le dio en la nuca cuando iba con seis amigos en la cupé Renault Fuego de Gutiérrez, en la zona oeste de la capital neuquina. Por el crimen está acusado el policía Claudio Salas. Él reconoció haber disparado luego de dar la orden de alto al vehículo y que este no se detuviera, porque -supuestamente- lo apuntaron con un arma desde el interior. Al volante iba Gutiérrez, por eso era un testigo crucial.
Las pocas horas de diferencia entre su testimonio y su muerte hicieron suponer a muchos que los hechos estaban vinculados. “La verdad es que la cercanía entre los dos hizo que todo se confundiera, pero no tienen nada que ver”.
El juicio por el caso de Brian Hernández:
El crimen de Brian Hernández sacudió a la opinión pública neuquina. A los 14 años fue acribillado de un balazo en la nuca, la madrugada del 19 de diciembre. Durante el juicio, el fiscal de Cámara Pablo Vignaroli pidió prisión perpetua para Claudio Salas, el policía que efectuó el disparo y al que acusó por el delito de “homicidio calificado doblemente agravado por haber sido cometido por un miembro de las fuerzas policiales abusando de su función y con violencia mediante el empleo de un arma de fuego”. La querella solicitó una condena similar mientras que la defensa pidió la absolución. Esa noche Salas iba junto a otros dos efectivos en un móvil de la policía provincial cuando al parecer quisieron identificar a quienes iban en la cupé pero el conductor aceleró. Salas se bajó del patrullero y disparó. El disparo entró a la altura de la luneta y le dio en la cabeza a Brian, quien murió al día siguiente. El próximo viernes se conocerá la sentencia.