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Un nene de siete años se ahogó en febrero cuando la camioneta Toyota que manejaba su madre, A.G., se desbarrancó en el Lago Machonico, en cercanías de la ciudad de San Martín de los Andes. El juez Jorge Criado consideró que la muerte del nene fue un accidente. Así lo dijo en el fallo donde rechazó el pedido del fiscal Manuel González para que la mujer fuera investigada por el supuesto homicidio de su hijo.

El día en el que el vehículo cayó al lago, pasadas las diez y media de la noche, la mujer viajaba en compañía de su hijo B.S.P., de siete años de edad, cuando a la altura del km 2283 de la ruta nacional N° 40 (conocida como la de los Siete Lagos) ingresó a la banquina entre el guardrail y el precipicio, al intentar evitar a otro vehículo. Había llevado a su hijo al pediatra porque tenía un poco de fiebre.

Cuando dos oficiales de policía la encontraron a la vera de la ruta pidiendo ayuda, más o menos a un kilómetro del lugar donde cayó la camioneta, la mujer les dijo que cuando logró parar “entre el bosquecito” quiso abrir la puerta, “tocó todos los botones por los nervios y se le abrió el vidrio, temblaba toda por los nervios”. Cuando logró descender del vehículo, “se cayó entre los abrojos porque las piernas le temblaban, se quedó unos segundos puteando, tratando de pararse, temblando”.

Cuando se levantó, la camioneta ya estaba cayendo. El chico que sufría una malformación congénita del cerebro y tenía parálisis cerebral, retraso madurativo y motor y microcefalia, quedó en el asiento trasero con el cinturón de seguridad abrochado.

En la causa declaró el pediatra que atendió al chico ese día y el médico que lo asistió desde su nacimiento. El profesional aseguró que la mujer brindaba excelentes cuidados a ese niño: “Era la que más dedicaba estaba y de tiempo completo asistiendo a los controles permanentemente y a los controles neurológicos con el doctor M.D. de Bariloche”, dijo. Se suman los dichos del padre del niño, de la mujer que estaba a cargo de su tratamiento habitual y otras personas que frecuentaban a la familia.

Ante la acusación de González, la defensa oficial que asiste a la mujer advirtió al juez que además de soportar el dolor ocasionado por la pérdida de su hijo, A.G. se encuentra sometida a un “juicio mediático” que la enfrenta a una condena social. Y niega que el fiscal haya ofrecido alguna prueba que amerite que se la investigue por homicidio.

En cuanto al accidente, el relato del perito “accidentólogo” coincide con los dichos de la mujer sobre la sucesión de los hechos. Y atento a estas observaciones, el juez advirtió que existe coherencia y sinceridad y concordancia entre los testigos y que el inmenso dolor vivenciado por la madre del niño, no dan cuenta de “una actitud dolosa humana”.