Sergio Ávalos, de 18 años, desapareció en 2003 después de ir a bailar a un boliche. La procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, pidió a la Corte Suprema que la causa pase al fuero federal y se caratule como "desaparición forzada". Hay sospechas de la participación de la seguridad del local bailable, integrada por policías y miembros del ejército.
La procuradora General de la Nación,Alejandra Gils Carbó, pidió que el expediente de Sergio Ávalos, el joven que desapareció en 2003 luego de ir a bailar a un boliche en Neuquén, se investigue como “desaparición forzada de persona” y pase al fuero federal. La causa, caratulada como “averiguación de paradero” lleva 11 años en etapa de instrucción. Para la procuradora hay elementos para sospechar de la “intervención directa” de la seguridad del local bailable, que “estaba integrada por personal policial, miembros del ejército y guardias privados”.
“Luego de estos años de presuntas irregularidades y deficiencias en la investigación provincial, opino que corresponde continuar con la investigación a la justicia federal”, explicó la procuradora en un dictamen enviado a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. “De las actuaciones surge que el joven ingresó al local bailable cuya seguridad estaba integrada por personal policial, miembros de! ejército y guardias privados, todos ellos interconectados a través de un mecanismo de comunicación portátil”, detalló.
El 13 de junio de 2003 Sergio fue a bailar con sus amigos al boliche “El Fuerte” de Neuquén, la ciudad en la que vivía y estudiaba la carrera de Contador Público Nacional en la Universidad Nacional del Comahue (UNCO). Oriundo de la localidad neuquina de Picún Leufú, tenía 18 años y esa noche fue a bailar con sus amigos de la residencia universitaria dónde vivía. Ellos declararon haberlo visto por última vez a las 7 de la mañana del día siguiente. Un testigo declaró que “a Sergio lo golpearon por haber visto o escuchado algo y se les fue la mano al personal de seguridad".
Por la desaparición del joven se abrió una causa en el Juzgado de Instrucción en lo Criminal y Correccional N°3 de Neuquén por "averiguación de paradero". Después de 10 años la justicia provincial se declaró incompetente y envió las actuaciones a la Justicia Federal de Neuquén para que se investigue la “desaparición forzada”. El juez federal se declaró incompetente, la Cámara confirmó el fallo y la causa llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Irregularidades en la investigación
En una entrevista realizada por el portal La Retaguardia, el Luis Virgilio Sánchez, abogado de la familia Aválos, denunció irregularidades de la causa. El abogado aseguró que “el boliche tenía cuarenta cámaras de seguridad que dejaron de funcionar quince minutos antes de que ingresara Sergio al local, algo muy extraño que no sé por qué no investigó en aquel momento el Ministerio Público. Por otra parte hubo testimonios de chicos que sufrieron apremios ilegales de parte de la seguridad del boliche”.
Sánchez también afirmó que la seguridad estaba a cargo de siete personas, la mitad era personal retirado del Ejército y los otros eran policías haciendo adicionales, que además trabajaban en forma coordinada con los efectivos que estaban en actividad normal, porque esa noche se hicieron detenciones. “Hay testigos que vieron cómo golpeaban salvajemente a una persona con las características de Sergio en el baño. Esos testimonios se recabaron, pero cuando le tomaron declaración al personal de seguridad del boliche hablaron como si hubiera sido un día tranquilo. Uno sabe que cuando hay contradicciones entre los testimonios se debe someter a un careo, pero no se hizo absolutamente nada”.