Aunque su madre creía que hoy le entregarían los restos, las piezas óseas enterradas en el Cementerio del Norte Tucumán no eran de la joven desaparecida hace 14 años. La fiscalía sigue investigando.
Los restos de Pamela Laime, la joven desaparecida hace 14 años, no estaban entre las piezas óseas de las cinco personas enterradas en el Cementerio del Norte Tucumán. Allí la habían sepultado en el año 2000. Fuentes judiciales confirmaron a Infojus Noticias que el antropólogo forense que revisó el osario común y exhumó los cadáveres anunció: ninguno era de mujer.
“Tenía el cajón para llevarme a mi hija. Estaba todo listo. La fiscal me lo aseguró. Se burlaron todos de mí: la policía y la justicia” dijo Mercedes Saldaño a esta agencia. La fiscal Adriana Giannoni le había comunicado hacía unas horas que la adolescente de 17 años (hoy tendría 30), había sido enterrada como NN días después de su desaparición. La operadora judicial llegó a esa conclusión después de una pericia decadactilar donde se cruzaron huellas que la chica había registrado en la maternidad al tener un hijo–y estaban en el archivo de ese centro de salud - con otras que figuraban en la causa del cadáver enterrado sin identificación.
Giannoni le había dicho a la madre de Pamela que hoy le entregarían el cuerpo. La mujer fue esta mañana al cementerio tucumano, acompañada por su nieta, Solange Vanesa Laime –la hija de Pamela que hoy tiene 16 años-y otros familiares. La adolescente llevaba un ramo en la mano para dejarle a su mamá, pero volvió a su casa con las mismas flores. Después del cementerio la madre de Pamela fue hasta la fiscalía. “Me dijeron que está en el cementerio pero no saben dónde ¿Cómo no va a saber dónde está?”, se pregunta y no recibe respuesta. Contó, también, que la fiscal le pidió “perdón”.
Mercedes Saldaño había organizado el velorio y entierro de su hija en su pueblo natal, Garmendia, un paraje rural cerca del límite con Santiago del Estero. Saldaño todavía la buscaba viva cuando recibió la noticia. Siempre creyó que su hija había sido víctima de una red de trata.
Desde la fiscalía informaron que la próxima medida será realizar pruebas de ADN a cada uno de los cuerpos, para mayor precisión. El martes, la madre y la hija de Pamela deberán presentarse a para las extracciones de sangre requeridas por otra pericia.
De víctima de trata a NN
Pamela se despidió de su mamá, el 18 de octubre de 2000, en la parada de colectivos de la localidad de Garmendia. Tenía 17 años y una hija que acababa de cumplir dos. La joven debía viajar a San Miguel, donde trabajaba como niñera con cama en la casa de un matrimonio de médicos. Al día siguiente debía encontrarse con su mamá para organizar el festejo de cumpleaños de la beba. Como su hija no llegaba, Saldaño se preocupó. Entonces descubrió que la chica nunca había llegado a su trabajo. A partir de ahí su rastro se desdibujó.
Un mes después de la desaparición, Saldaño hizo la denuncia ante la policía, pero la causa descansó en una comisaría rural. La mujer empezó a buscar por su cuenta a su hija en otras provincias. Al igual que Susana Trimarco con Marita Verón, recorrió prostíbulos tratando de dar con Pamela. Ya una vez a la joven alguien la había seguido, y por eso la madre creía que había sido secuestrada por una red de explotación sexual. En 2007 Saldaño se acercó a la Fundación María de Los Ángeles y recibió el asesoramiento legal de Carlos Garmendia, abogado de la causa de Marita. Con su ayuda radicó otra denuncia que dio impulso a la causa.
La investigación finalmente se reactivó a partir de una nota periodística sobre personas desaparecidas, publicada en un medio local. Marcial Escobar, un policía retirado, vio la imagen de la chica y recordó que él había trabajado en el caso. Buscó en su archivo y encontró la foto de una joven idéntica. La habían encontrado en la zona de Ticucho hacía 14 años. El último 26 de mayo el hombre se acercó en la Fiscalía de Instrucción en lo penal de la VIII° Nominación. Su declaración sacó del polvo los expedientes inmóviles en otra sede judicial.
Cuando Saldaño denunció la desaparición de su hija no se habían cruzado los datos con la información del cuerpo hallado también por esos días. La mujer N.N. había sido trasladada al osario común del Cementerio del Norte. “Ahora viene otra etapa de la investigación: saber qué pasó”, dijo la madre.