Infojus Noticias

Mónica Chirivi, la abogada de Leandro Yamil Acosta –uno de los acusados de asesinar, descuartizar y deshacerse de su mamá y su pareja, junto con su novia y hermanastra–, adelantó hoy a Infojus Noticias que analiza la posibilidad de presentar un hábeas corpus por su defendido. “Ayer estuve en el penal y no pude verlo. Me dijeron que está completamente sedado, bajo tratamiento”, compartió a esta agencia y agregó: “Si hoy o mañana no puedo entrevistarme con él, voy a presentar el hábeas corpus”.

Según contó Chirivin, ayer se presentó en la Unidad Penal N° 34, de Melchor Romero, para entrevistarse con Acosta y comenzar a trabajar su estrategia de defensa. Pero no tuvo éxito: “No puede verlo, me informaron del Servicio Penitenciario que está bajo estricto tratamiento”. Desde que Acosta fue trasladado a esa unidad, por orden del Juzgado de Garantías 6 de Pilar, la abogada no tuvo más contacto con su defendido.

Chirivin había considerado que, en Melchor Romero, la atención sanitaria y psiquiátrica era acorde a la situación del joven. “No hay que olvidarse que Acosta tiene una colostomía, es discapacitado y presenta problemas psicológicos graves”, había expresado días atrás.

Acosta está acusado de matar a su madre Miryam Esther Kowalczuk (52) y a su pareja,  Ricardo Ignacio Klein (54). Klein era el padre de su novia, Karen Daniela Klein (22), coimputada en la causa por el doble asesinato. En una de las primeras entrevistas que mantuvo Acosta con su abogada, el joven le relató que había matado al matrimonio porque lo habían vuelto loco. “Me dijo que ahora sentía alivio porque se terminó la situación de abuso y sometimiento constante al que lo sometían y dijo, también, que todo esto lo hizo por sus hermanitos, para que ellos no sufrieran lo mismo que él”, relató Chirivin a Infojus Noticias. En ese relato, Acosta contó que había comido carne del cuerpo de su madre.

El doble crimen se descubrió el 13 de este mes, a la madrugada, cuando luego de una denuncia por averiguación de paradero por parte de uno de los hermanos de Klein –que era albañil y se dedicaba a la recolección de cartones y residuos a gran escala–, la Policía allanó la casa de la calle Sarratea 2726 y encontró una pelvis y parte de una columna, calcinadas en un tacho de pintura en la terraza de la vivienda.

En el domicilio, también se secuestraron 8 mil dólares –que se creen pertenecían a las víctimas–, una pistola calibre 9 milímetros –que sería el arma homicida–, una escopeta, un machete, tres hachas, dos palas y una horquilla. La principal hipótesis del fiscal general adjunto de San Isidro, Marcelo Vaiani, es que se trató de un crimen motivado por el odio que los imputados le tenían a sus padres y que lo hicieron para quedarse con las propiedades.

JC/LL