Lo confirmó a Infojus Noticias, el fiscal a cargo del caso,Sebastián Videla. Lucas Luque es el único detenido por el crimen de la adolescente. Está imputado por el delito "homicidio criminis causa", un crimen que busca ocultar otro delito.
En el quinto piso de los tribunales de Quilmes, el fiscal Sebastián Videla tomará declaración hoy a un kiosquero de Berazategui, una de las últimas personas que vio con vida a Noelia Akrap la madrugada del 16 de noviembre. El testimonio es una de las pruebas que utilizará el fiscal para sostener la acusación contra Lucas Luque, el único detenido por el crimen de la adolescente. Es porque el comerciante los vio juntos, cuando fueron a comprar cigarrillos.
El joven de 25 años está imputado por el delito de “homicidio criminis causa”: un crimen que busca ocultar otro delito. En este caso, los investigadores creen que la mató para ocultar el robo de su celular. “En una conversación de Facebook con su novia el acusado reconoció que le robó a Noelia”, confirmó Videla a Infojus Noticias.
El viernes próximo vence el plazo –prorrogable por otros 15 días- del que dispone el fiscal para pedir a la jueza de Garantías de Quilmes Alicia Myszkin la prisión preventiva del acusado. En 16 días la Fiscalía acumuló una serie de testimonios que apuntan hacia Luque. Esta semana comenzarán a realizarse una serie de pericias y estudios claves para el avance de la causa.
Según el expediente, el domingo 16 de noviembre alrededor de la una de la madrugada, Noelia salió de su casa en Berazategui.
—Me voy a comprar puchos y vuelvo— le dijo a su mamá.
Los investigadores creen que en el camino Noelia se cruzó con Luque, que vivía a 150 metros de su casa. “Se tomaron testimonios que corroboran que la última persona que la vio con vida es el imputado”, explicó el fiscal. Los dos jóvenes fueron a comprar cigarrillos a un kiosco del barrio. Como no tenían de la marca que fumaba Noelia, siguieron camino. El comerciante ya declaró ante los policías de la DDI de Quilmes. Hoy está citado en la Fiscalía.
El domingo a la tarde, un grupo de adolescentes encontró el cuerpo en un descampado de Ezpeleta, a 15 cuadras de la casa de Noelia. Se trata de una calle cerrada al paso de autos que separa dos fábricas. Muros graffiteados, pastizales de un metro de alto, cajas de vino, botellas rotas y bolsas. El cadáver estaba semiescondido debajo de un cartón y un neumático. “En una mano tenía cabello que parecía humano y en la otra tenía pasto”, contó Videla. Para el fiscal, estos elementos demuestran que la adolescente fue asesinada en el lugar y que resistió el ataque.
La autopsia determinó que la chica tenía un fuerte golpe en la nuca y que murió asfixiada por sofocación al aspirar la tierra con la que el asesino intentó cubrirla tras golpearla. La joven no presentaba signos de abuso sexual.
Luque, de 25 años, era amigo y vecino de la víctima. Varios testigos lo vieron con Noelia la madrugada que desapareció la chica. Vestía una remera de Independiente -club del que es hincha fanático- y bermudas. Cuando la policía allanó la casa secuestró una camiseta y bermudas con características similares. También incautaron una notebook: en su cuenta de Facebook los investigadores descubrieron una conversación en la que él le contaba a su novia que le había robado el celular a Noelia y que ella se había resistido. “El acusado tenía dos heridas circulares en el cuello”, explicó Videla.
Dos jóvenes que declararon en la causa contaron que Lucas les vendió un celular y que al enterarse que era de Noelia lo descartaron. El aparato aún no apareció.
“Entre esta semana y la próxima se cotejará la sangre, el ADN y los cabellos hallados en la escena del crimen”, explicó el fiscal. El material genético se cotejará con el del acusado y de otros dos adultos que mantenían una relación con la joven. Una parte del material será analizado en los laboratorios químicos de Quilmes y La Plata y el resto en el Laboratorio de Genética Forense de la Policía Científica de San Martín.