La información surgió del testimonio de los menores de 11 y 15 años. El jueves próximo la madre y el padrastro, que están detenidos por el homicidio de la nena de 7 años, deben declarar ante la fiscal.
El próximo jueves, la madre y el padrastro de Prisila, la nena de 7 años asesinada en Hudson, deberán presentarse a declarar ante la fiscal del caso, Gabriela Mateos. Ambos están acusados de “homicidio calificado”. Fuentes de la investigación aseguraron a Infojus Noticias que de los testimonios de dos de los hermanos de la menor, de 11 y 15 años, se desprende que fueron obligados por su mamá a incinerar a su hermanita. Descartan la participación de una secta.
La situación judicial de Silvana Lafuente y Pablo Visconti Verón, madre y padrastro de Prisila, se complejiza día tras días. “Por el testimonio de dos de sus hijos, hermanos de Prisila, de 11 y 15 años, sabemos que Lafuente los obligó a participar de la incineración del cuerpo de la nena. Les dijo algo así como que qué miraban, qué la fueran a ayudar”, explicó a Infojus Noticias una fuente de la investigación. Los nenes brindaron su testimonio y ayudaron a contextualizar cual era la situación familiar.
“Por lo que ellos contaron, la mujer era muy autoritaria. Les gritaba y los insultaba todo el tiempo y no toleraba que Prisila no la reconociera como madre y no le hiciera caso. Al parecer eso la sacaba”. Los testimonios que los vecinos brindaron ante la justicia ratifican esta posición. “Todos escuchaban los gritos o la veían a Lafuente insultando a los chicos en la vereda, pero nadie se metió ni hizo ninguna denuncia”, dijo la misma fuente.
La personalidad autoritaria de la mujer se contrapondría a la de Visconti Verón a quien describen como “dócil, sumiso e influenciable”. Los investigadores descreen que él haya participado de la golpiza que terminó matando a Prisila. Creen que, tal como el confesó en la DDI de Quilmes, fue obligado por Lafuente a incinerar el cuerpo de la nena en la parrilla de la casa cuando descubrió que estaba muerta.
"Los informes preliminares de la autopsia nos informan que la nena ha sufrido una serie indiscriminada de golpes. Se pone una marcha operatoria para hacer desaparecer el cuerpo, hacer una falsa denuncia y poner el cuerpo en una parrilla con diarios y cartones, tal cual como se hace en un asado de domingo. Fue metida en una bolsa de consorcio, en un changuito y fue llevado al arroyo”, explicó en declaraciones radiales al programa La mañana, Julio Torrada abogado de Eleno Gabriel Leguza, padre de Prisila.
Descartan la secta
“En la investigación no se contempla en absoluto la participación de una secta”, explicó la misma fuente. “Eso no tiene asidero. El sábado en que incineró el cuerpo de la nena, la mujer llamó a un pastor y le contó lo que había hecho. El hombre mucho no le creyó porque no es que la mujer fuera una feligresa que fuera siempre al templo o a la que conociera en profundidad pero le dijo que si era así, que fuera a la comisaría y contara lo que había hecho. Ella fue dos días más tarde e hizo todo lo contrario: denunció que la nena había desaparecido. El pastor ya declaró en la causa y no tiene nada que ver”, explicó la misma fuente de la investigación.
El cuerpo de Prisila fue encontrado el martes 7 en el arroyo Las Conchillas, a 800 metros de la casa del barrio Las Manzanas de Hudson, donde desde hacía dos meses vivía con su mamá, su padrastro y varios hermanos y hermanastros. Su mamá había denunciado su desaparición el lunes, en la Comisaría de la Mujer de Berazategui, donde aseguró que no la veía desde hacía 38 horas. La nena había ido a su casa el 27 de octubre. Hasta entonces había vivido con su papá, la pareja de este y parte de sus siete hermanos. En su vida solo había visto a su mamá dos veces. Cuando Lafuente fue hasta la casa de Leguza le pidió que se la deje llevar por unos días para que comparta tiempo con ella y sus otros hijos. Le prometió que era solo por unos días pero nunca más la llevó de vuelta.
El miércoles y el viernes se negaron a declarar ante la justicia. El jueves tendrán su tercera posibilidad de explicar qué sucedió entre la noche del viernes 3 y el sábado 4.