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El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Ushuaia decidió suspender el juicio a prueba contra Orlando Rubén Mansilla Ruíz, Ricardo Aníbal Bianciotto y Horacio Jesús Burgos acusados de haber talado cerca de doscientos árboles, muchos de ellos dentro de los límites del Parque Nacional Tierra del Fuego. En el fallo, los jueces –con acuerdo de la Fiscalía– consideraron que la probation era el mejor camino para resolver el conflicto. Desde Parques Nacionales informaron a Infojus Noticias que analizan realizar un nuevo planteo en Casación para pedirle que analice la “actitud del Tribunal”.

El fallo, que fue por unanimidad y lleva la firma de los jueces Luis Alberto Giménez y Ana María D’Alessio, dispuso la suspensión del juicio por dos años para los tres imputados que además deberán cumplir con 200 horas de trabajo voluntario en una entidad dedicada al cuidado del medioambiente, fijar residencia y presentarse cada 15 días en el Patronato de Liberados y realizar un curso sobre preservación del medioambiente.

En la parte resolutiva del fallo solo se le impone penalidad económica a Burgos quien deberá pagar 20 mil pesos en dos cuotas. En el caso de Mansilla Ruíz y Bianciotto no figura monto. Sin embargo, el fiscal Adrián García Lois había pedido que los imputados pagaran a Parques Nacionales un total de 120 mil pesos (20 mil Burgos, y 100 mil, mitad Manciotto y mitad Mancilla Ruiz). La propia defensa de estos dos imputados ofreció el pago de los 50 mil pesos por cada uno. En este sentido, la abogada de Parques Nacionales, Natalia Cardozo, explicó que en el fallo –al que esta agencia tuvo acceso– no figuran los montos de estos dos imputados porque ninguno de los dos reconoció haber ingresado dentro de los límites del parque como sí lo hizo Burgos, por lo que desde Parques se planteó que no se aceptaría ese pago. “Lo llamativo es que la multa podría haber sido impuesta igual con el destino del dinero a otra entidad, sugirió la abogada”.

Para Cardozo, con este fallo, los jueces están desconociendo lo que la Sala IV de la Casación planteó en su fallo de mayo de 2014, en el que le ordenó al tribunal de primera instancia dejar de lado la probation y avanzar con el juicio oral. “Nosotros necesitamos que se hagan cargo de lo que pasó, que reconozcan que ingresaron al parque y talaron en la zona protegida”, explicó.

Para abir un camino

El camino judicial que desembocó en la probation lleva diez años. La tala ilegal fue descubierta el 6 se junio de 2005, por los guardaparques Bárbara Vareka y Velino Macaya. La investigación determinó que allí la empresa Patagonia Spirit S.A. buscaba abrir un camino para abastecer un emprendimiento turístico que instalarían en las cosas del Canal del Beagle. Burgos fue el agrimensor; Mansilla Ruíz, el maestro mayor de obra y Bianciotto el responsable de la obra, por eso los tres quedaron imputados por tentativa de usurpación y daño agravado acusado de talar más de 200 árboles, 86 de ellos dentro del predio que desde 1960 está protegido y es de dominio público. Mientras que, Juan José Drago, propietario de Patagonia Spirit S.A., quedó sobreseído.

Los jueces D’alessio y Giménez, habían aceptado en primera instancia –a pesar de la oposición del Ministerio Público Fiscal y de la querella– el pedido de las defensas para que se suspendiera el juicio a prueba para los tres imputados y que todo quedara saldado con horas de trabajo voluntario y una suma de dinero. Entonces, la decisión fue apelada ante la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, que confirmó las probation el 26 de abril de 2013. La acusación buscó revertir el fallo en Casación. Así, el mayo de 2014, la Sala IV ordenó al tribunal de primera instancia dejar de lado la probation y avanzar con el juicio oral. Sin embargo, el 13 de abril pasado, a horas de que comenzara el debate oral y público, las probation volvieron a entrar en escena, esta vez de la mano del fiscal Lois.

Desde el punto de vista de la Administración de Parques Nacionales en el fallo del pasado viernes, los jueces aceptan el argumento de la Fiscalía y las defensas que, después de la inspección ocular realizada en el lugar del desmonte, sostienen que el bosque se ha ido regenerando de forma natural y que el impacto ambiental ha disminuido con el tiempo. Para Parques esto no es un argumento válido ya que los ejemplares talados tenían más de 80 años y el impacto del desmonte es inconmensurable.