Es el cura Carlos Marozzi. El juez federal Guillermo Molinari lo procesó por imposición de tormentos a Hugo Alberto Gómez durante su detención clandestina en el Batallón 141. En ese momento el sacerdote era capellán del Ejército en Santiago del Estero.
El sacerdote Carlos Marozzi fue procesado por delitos de lesa humanidad cometidos cuando era capellán del Ejército en Santiago del Estero durante la última dictadura. El juez federal Guillermo Molinari lo procesó por imposición de tormentos en perjuicio del prisionero político Hugo Alberto Gómez durante su detención clandestina en el Batallón 141 de Ingenieros y también por asociación ilícita, delitos considerados de lesa humanidad en el contexto del terrorismo de Estado.
En el auto de procesamiento, el magistrado no impuso la prisión preventiva al acusado -que está a cargo de la parroquia de Sumampa, en la capital provincial- debido a su avanzada edad, al cuadro de salud por el cual utiliza silla de ruedas y por considerar que no existe riesgo de fuga, agregaron las fuentes.
En la misma causa en la que Gómez fue capturado el 19 de noviembre de 1975 y permaneció secuestrado durante más de un mes, también se encuentra imputado Musa Azar Curi, ex jefe de la "SIDE” local, quien cumple tres condenas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad y por el doble crimen de La Dársena.
En su testimonio, Gómez relató que mientras permaneció detenido-desaparecido en 1975, en el lugar donde era torturado, pudo advertir la presencia de Marozzi cuando se le "corrió la venda de los ojos". Otra ex presa política, Graciela Yocca, también identificó al capellán militar como uno de los torturadores de detenidos.
"Creo en Cristo. El resto es basura, como el cura Marozzi, que se vendió por un sueldo de capellán para ir a torturarnos en la cárcel", declaró en una de las audiencias del juicio de la llamada "Megacausa II" por delitos de lesa humanidad cometidos en Santiago del Estero.
La mujer, que permaneció cinco años detenida durante la dictadura, recordó que el cura Marozzi "cambiaba de auto 0 km todos los años y siempre decía que a los jóvenes opositores al régimen terrorista de Estado había que matarlos porque 'muerto el perro se acabó la rabia'".
Télam/RA