Infojus Noticias

Esta mañana un hombre golpeó a la puerta del despacho del juez Mario Dilascio, en los tribunales de la ciudad salteña de Metán. Nadie lo había citado. Quería declarar voluntariamente sobre el crimen de Claudia Judith Palma, la niña de nueve años asesinada y violada el sábado por la noche en Joaquín V. González. Hay tres hombres detenidos que serán indagados hoy a las cuatro de la tarde.

El testigo espontáneo –de quien no trascendió su nombre- se acercó al tribunal para librarse del estigma de un pueblo. En las horas siguientes a la aparición del cadáver, los vecinos lo habían señalado insistentemente como uno de los asesinos, por vivir muy cerca de los tres detenidos y juntarse a beber con ellos. El domingo por la noche la policía salteña había llegado hasta su casa para requisarla, pero el hombre –dijeron fuentes del juzgado- estaba de juerga y no pudieron pasar. Los uniformados regresaron a la mañana siguiente con ovejeros alemanes y la revisaron en detalle. Según las fuentes judiciales consultadas por Infojus Noticias, no encontraron nada sospechoso. Pero el despliegue de la policía en la cuadra fue suficiente para engordar el rumor de que el testigo estaba involucrado en el crimen de la niña. Hasta hubo un intento de escrache.

Hoy el hombre fue al despacho del juez con la intención de limpiar su apellido. En su declaración informativa dijo que la tarde del homicidio él estaba en lo de un pariente, pero no dio datos para esclarecer el crimen.  Para reforzar su coartada pidió que se le extrajeran muestras genéticas –su saliva-, a lo que el juez Dilascio accedió.

Esta tarde a las 16 hs se tomarán las declaraciones indagatorias a los tres sospechosos del asesinato. Vivían juntos, a pocas cuadras del hogar de Claudia, y guardan un parentesco entre sí: padrastro (83 años), hijastro (68) y yerno (47). Sus defensores oficiales pidieron la eximición de prisión, que ya fue rechazada por el juez. “Por ahora no se está buscando a nadie más. Veremos qué surge de las indagatorias”, admitieron fuentes de la pesquisa.

El sábado por la tarde Claudia Judith Palma salió en su bicicleta a vender los bollos de pan que cocinaba su madre. Fue vista por última vez a las siete de la tarde, en un almacén a pocas cuadras de su casa. En la parte trasera del local se encontró la prueba más fuerte de su ausencia: su pequeña bicicleta. El comerciante aún no está imputado en la causa. A esa misma hora, la familia radicaba la denuncia por su desaparición y al menos cinco divisiones de la policía salteña de la región comenzaban un intenso rastrillaje. Veinticuatro horas después, su cuerpo sin vida fue encontrado por dos chicos que jugaban en un baldío, a pocas cuadras de su casa y el almacén donde la vieron por última vez. 

La carátula de la causa cambió de ayer a hoy. De homicidio pasó a homicidio calificado, y a partir de los resultados de la autopsia, se agregó el abuso sexual: el estudio determinó que antes de su asesinato, la niña había sido violada.