Más de 700 personas participaron hoy de las jornadas, que tuvieron el lema "Promoviendo la construcción de redes". En la mesa de hoy disertaron Franco Picardi, subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial del Ministerio de Justicia y DDHH de la Nación; Gladys Stella Álvarez, coordinadora de Acceso a Justicia de la Corte Suprema; y María Inés Diez; ministra de Justicia de Salta. El encuentro sigue mañana y el sábado.
“Si sale mal la foto vamos a mediación”, se le escuchó decir a una de las más de 700 personas que colmaron hoy el salón “Cuchi Leguizamón” del Hotel Alejandro I de la ciudad de Salta. Es que el motivo de la concentración era asistir al comienzo del Primer Encuentro Federal de Mediadores y así lo hicieron notar quienes se acercaron hasta la provincia. El lema fue "Promoviendo la construcción de redes".
Quienes se sentaron en cada una de las sillas escucharon en una conferencia magistral sobre “Acceso a la Justicia”. La primera en hablar fue Gladys Stella Álvarez, coordinadora de la comisión de Acceso a Justicia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La funcionaria del máximo tribunal remarcó que la mediación es el “acceso informal a la justicia” que “vino a constituirse en un servicio más de la Justicia”.
Además, realizó un diagnóstico de la situación de la mediación en todas las provincial. Allí destacó que la provincia de Salta tenga 70 centros de mediación comunitaria y elogió la oficina móvil de atención al ciudadano y la implementación en Chaco, entre otras cosas. La mejor manera de ayudar al ciudadano es “ir al lugar en donde están”, destacó.
Planteó también la necesidad de “hacer seguimientos” en los acuerdos -resultado de la mediación-, así como la “evaluación y monitoreo permanente de la gestión y del servicio de mediación”. “Si además bajamos la litigiosidad, bienvenida señora mediación”, concluyó.
La mediación penitenciaria
Después tomó la palabra Franco Picardi, subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Destacó la existencia de la Dirección Nacional de Mediación y la de la Dirección de Acceso a la Justicia. Esta área, destacó, “coordina 53 accesos de centros a la justicia ubicados en sectores vulnerables de la ciudad, integrados por un equipo interdisciplinario realiza una tarea de articulación con todos los organismos del estado nacional, provincial y de los municipios donde estén ubicados”.
“La experiencia de estos centros nació junto al trabajo de los curas villeros en la Capital Federal y se fueron extendiendo”, contó Picardi. Y agregó que la mediación es “fundamental en el trabajo de los sectores vulnerables”, ya que “el acceso a la justicia va más allá del acceso a los tribunales, es el acceso a la justicia social”.
Párrafo aparte mereció la denominada mediación penitenciaria. Según explicó Piccardi, se inició en 2011 con una prueba piloto en las unidades de Marcos Paz y Ezeiza, para mediar entre internos, y entre internos y el Servicio Penitenciario.
Una anécdota sirvió de ejemplo: “Trabajando en una de las unidades, los equipos del Ministerio se encontraron a una persona que había perdido el lazo con sus hijos. El hombre no sabía ni siquiera donde estaban. A través de los mediadores, se pudo ubicar a la familia y allí comenzó el trabajo en su revinculación”, relató Picardi. “Cuando recuperó la libertad, al hombre lo estaba esperando su hermana. Si no se hubiese dado este trabajo, nadie lo hubiera estado esperando”, concluyó el subsecretario. Esto se extendió a otras unidades, como Devoto.
Picardi destacó el rol de Infojus. “La editorial Infojus no es ni más ni menos que un portal jurídico gratuito, que brinda normativa y jurisprudencia y doctrina”. Y dijo que eso va en línea con el “acceso al conocimiento que el Estado tiene que dar y mencionar”.
“Acerquemos a la justicia”
La última en exponer fue la ministra de Justicia de Salta, María Inés Diez, quien sostuvo que la mediación no “deja de lado a la justicia nacional”, pero también se valió de una anécdota. Aunque para contarla hizo parar al protagonista, que se encontraba en la sala. El hombre es mediador comunitario en la frontera con Paraguay, donde hay comunidades indígenas.
“En la puna salteña dos concubinos se separaron y tenían hijos en común. La mujer tiene que pedir la cuota alimentaria. Recurrimos al centro comunitario de mediación”, contó. “¿De que vivía esa familia?”, se preguntó y respondió: “De una majada de chivas y ovejas”. El acuerdo en la mediación fue pedirle al hombre que le cuide tres veces a la semana la majada y ella así podría salir a vender lo que producía. “Lo podríamos haber resuelto en la justicia ordinaria?”, concluyó. Las risas se escucharon en toda el salón. “Acerquemos el acceso a la justicia al lugar a donde viven”, terminó la ministra de justicia salteña.
El encuentro sigue mañana y el sábado.