El imputado es Marcos Díaz, el último novio de Johana acusado de encubrimiento agravado. En 2012 otra ex pareja de la chica, Víctor Cingolani, fue condenado como autor material del crimen y se casó con la hermana gemela.
Al cuerpo de Johana Casas, una joven modelo de 19 años, lo encontraron el 16 de julio de 2010 en un descampado al noroeste de la ciudad de Pico Truncado, provincia de Santa Cruz. El cuerpo lo vio un vecino y avisó a la policía. A Johana la habían matado de dos balazos. El primer sospechoso del crimen fue Víctor Cingolani, una ex pareja de la chica. También se apuntó contra Marcos Díaz, el último novio de Johana. Un primer juicio condenó a Cingolani como el asesino. Hoy, en la Cámara del Crimen de Caleta Olivia, comienza el debate oral que juzgará a Díaz, acusado de encubrir la muerte de su novia.
Dos años después del crimen, durante el primer juicio, se supo que Víctor Cingolani tenía antecedentes por violencia de género y acoso. Con Johana habían tenido un noviazgo violento. El hombre le pegaba y la hostigaba. Una vez separados todavía la amenazaba. El padre de la víctima relató en el debate oral que lo había escuchado decirle por teléfono a su hija: “Yo tengo 5 mil pesos para hacerte limpiar”.
En junio de 2012 el Tribunal Oral de Caleta Olivia condenó a Cingolani a 13 años de prisión por homicidio simple. El abogado querellante Héctor Farías había pedido 20 años de prisión alegando el agravante del uso de arma de fuego. El fiscal Sergio Gargaglione había solicitado 15 años y la defensa su absolución. Las pericias fueron determinantes: en las manos del imputado había pólvora. El día de la sentencia, los familiares de Johana escucharon el veredicto con remeras blancas con el rostro de la chica asesinada. Entre ellos estaba su hermana gemela, Edith Casas. La mujer dio su testimonio en el juicio. Declaró que Cingolani la había sometido sexualmente también a ella. Además dijo que la había amenazado varias veces.
Parecía que el caso quedaba cerrado con la sentencia, pero a fines del año pasado la mirada mediática se posó otra vez sobre la familia patagónica. Edith Casas, gemela de la víctima, la misma que declaró en contra del asesino de su hermana dijo que se casaría con él. La familia de la chica, que hoy tiene 23 años, intentó frenar la boda, pero la Justicia de Santa Cruz, después de pericias psicológicas, dio vía libre para que contrajeran matrimonio.
El Día de los Enamorados, el 14 de febrero de este año, Víctor Cingolani salió esposado del Alcaldía de Pico Truncado para ir al Registro Civil. Cuando llegó los vecinos lo recibieron con piedras y le gritaron “asesino”. Los incidentes no impidieron el casamiento. La hermana gemela de Johana Casas, Edith, y el condenado por la muerte de la mujer se casaron. No hubo luna de miel. El hombre tuvo que volver a su celda.
La familia, enemistada con Edith, no entendía la decisión de la gemela de la víctima. Tampoco encontraron explicación los medios y los especialistas que elucubraron distintas hipótesis. La mujer, que siempre vivió a la sombra de su hermana una reconocida modelo en la Patagonia, sostiene que su marido es inocente. Para ella Marcos Díaz fue quien mató a Johana la noche del 16 de julio de 2010.
Al poco tiempo de separarse de CingolaniJohana empezó a salir con Díaz. Seis meses más tarde, ya vivían juntos. Siete días después de convivir fueron a la fiesta de unos amigos. La pareja dejó el lugar a las 3 de la mañana. Esa madrugada Johana apareció muerta. Según se desprende de la investigación Díaz era celoso y no la dejaba sola a Johana. En el pueblo, se habla de un pacto entre los hombres para asesinarla.
En este segundo juicio por la muerte de Johana, el tribunal evaluará si Díaz encubrió el crimen. Según la investigación judicial no fue el autor material del asesinato, pero una prueba de ADN hecha en una colilla de cigarrillo encontrada en el descampado donde apareció el cuerpo alcanzó para incriminarlo. El hombre llega al juicio detenido preventivamente, desde septiembre de 2012, en un calabozo de la Seccional Primera de Policía de Pico Truncado. Durante el juicio que condenó a Cingolani, Díaz estaba prófugo de la Justicia. Luego se entregó junto con su abogado.
En esta primera audiencia se espera la declaración de varios testigos. Entre las personas citadas a testimoniar está la hermana gemela de la víctima que ya acusó públicamente a Díaz de asesinar a Johana. En el entorno familiar es la única que defiende Cingolani.
La Justicia ya resolvió en un primer juicio quién mató a Johana. En este nuevo proceso se intentará develar por qué Díaz estaba en el lugar que mataron de dos balazos a su novia.