Infojus Noticias

En el auto de Martín Oscar Gómez iban seis mujeres, dos de ellas eran menores de edad. Todas eran víctimas de trata para la explotación sexual. Eran trasladadas, diariamente, desde la capital de Santa Fe a las ciudades de Puerto General San Martín y San Lorenzo. Cuando se negaban a ser explotadas y querían descansar, la líder de la organización les cobraba 30 pesos. Si no conseguían suficiente dinero, las obligaban a prostituirse en una estación de servicio, para pagar el pasaje de regreso.

El 24 de junio la policía detuvo al hombre que las trasladaba y gracias a la intervención del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de víctimas de trata, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, se pudo rescatar a las mujeres. En el auto, que circulaba por la rotonda de ingreso a la Avenida Circunvalación Oeste, frente del Hipódromo, de la ciudad de Santa Fe, además de las víctimas, había 30 preservativos, un papel con los nombres de las mujeres y montos expresados en números.

Esta intervención, junto con otros allanamientos y escuchas telefónicas, habían sido pedidos por Walter Rodríguez, fiscal a cargo de la Fiscalía Federal de Primera Instancia N° 2 de Santa Fe. La detención provocó la desarticulación de una red integrada por cuatro personas que funcionaba gracias a la complicidad policial.

Rodrigo Adán María Delgadino, de la comisaría 5ª de Puerto General San Martín, se encargaba de garantizar “la zona liberada” donde las mujeres eran explotadas sexualmente. A cambio recibía una retribución económica. Para el fiscal su conducta se encuentra agravada por ser miembro de una fuerza policial.

Martín Oscar Gómez, Mariela Alejandra Sandoval, Mariela Alejandra Sandoval y Rodrigo Adán María Delgadino son las cuatro personas imputadas y procesadas por el delito de trata de personas. En el oficio el fiscal dijo que se habían “reunido elementos de convicción suficientes”. El juez hizo lugar a este pedido.

A partir de los testimonios de las víctimas pudo develarse que cada una de estas cuatro personas cumplía un rol específico en la organización delictiva. Gómez se encargaba de buscar y trasladar a las mujeres, todos los días, desde la ciudad de Santa Fe hasta Puerto General San Martín y San Lorenzo.

Mariela Sandoval coordinaba el traslado hacia los puntos de explotación sexual y, en ocasiones, las acompañaba durante el trayecto. Una vez en la ciudad asignada a cada una de las víctimas les asignaba una parada. Cuando la jornada terminaba era la encargada de recaudar el dinero. Zunilda Guadalupe Godoy era la jefa de la organización: recibía a las víctimas y coordinaba el traslado con Sandoval.