Le negaron la excarcelación a Walter Azor. Lo detuvieron la semana pasada, junto a otras 15 personas, tras un operativo antitrata en San Miguel ordenado por la jueza federal María Servini de Cubría. Se rescataron 35 chicas. Otro ex policía era el encargado de cobrar por "protección" a los prostíbulos.
“Necesitamos las pastillas antiabortivas. Es para una de las chicas que quedó embarazada”, le dijo por teléfono un policía a su cómplice. Los dos explotadores, más 14 personas, están detenidos desde hace una semana luego de un operativo antitrata que se realizó en el distrito bonaerense de San Miguel, donde se rescataron 35 chicas. Uno de los acusados era subcomisario de la Policía Bonaerense, al que le negaron la excarcelación.
Las 16 personas están acusadas de integrar una red de trata de personas que operaba en dos bandas. La investigación comenzó por un grupo que se dividió en dos y accionaba en Capital y Conurbano. En total, se realizaron nueve allanamientos, dos en Capital Federal y siete en el centro de San Miguel. En el delito de trata, como los casos de drogas, se habilita la interjudicialidad que permite que un juzgado federal de una jurisdicción intervenga a otra.
El operativo fue ordenado por la jueza federal María Servini de Cubría en el marco de una investigación que lleva adelante el juez Ariel Lijo, que se encuentra de licencia.
Los principales detenidos fueron el subcomisario Walter Azor que estaba a cargo de la comisaría primera de San Miguel y el ex jefe de calle de la misma comisaría, que ya no estaba en funciones, Miguel Ángel Vara. Las otras 14 personas acusadas se desempeñaban como jefes, custodios y trabajadores de prostíbulos en los que se ejercía la prostitución.
Durante los procedimientos en dependencias policiales y domicilios particulares, “privados” de San Miguel se rescataron a 35 mujeres, todas mayores de edad y la mayoría de nacionalidad paraguaya. Todas declararon el mismo día de los allanamientos. Los imputados, al día siguiente ante el secretario del juzgado de Lijo.
“Las víctimas hacían ‘pases’ de 12, 24 y 36 horas continuas. Incluso si un cliente pedía por una chica que estaba durmiendo en ese momento, los explotadores la despertaban para que lo atendiera”, le dijeron fuentes judiciales a Infojus Noticias. Las víctimas vivían en condiciones inhumanas y sometidas a una violencia psicológica sistemática. Pase, en la jerga, es tener una relación sexual con un “cliente”.
Las mujeres fueron atendidaspor la oficina de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Fuentes vinculadas a la investigación revelaron que el ex policía Vara cobraba 700 pesos semanales para garantizar protección a cada privado. También se investiga la presunta complicidad de funcionarios municipales que habrían permitido el funcionamiento de los locales en los que fueron halladas las mujeres secuestradas. Entre los privados, fue clausurado el bar Turf de la calle Tribulato. Se está investigando la conexión con los dueños de los inmuebles, que fueron todos clausurados por la justicia pero cuyo destino dependerá de la Municipalidad de San Miguel.