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Se suspendió la realización del estudio de ADN que podría determinar si un chico que vive cerca de Alta Gracia en Córdoba, es hijo de María de los Ángeles Verón, la joven secuestrada en 2002 por una red dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual. Carlos Garmendia, el  abogado de la Fundación que lleva el nombre de la joven, confirmó a Infojus Noticias que Susana Trimarco viajó a Córdoba para realizarse la extracción de sangre que permitiría el cotejo de los datos genéticos de su familia con los del chico.

La prueba de ADN se suspendió por pedido de la titular de la Defensoría Oficial de la Justicia Federal cordobesa, Mercedes Crespi. La defensora apeló la autorización que dictó el juez federal Nº 2, Alejandro Sánchez Freytes, para concretar el estudio. La medida había sido solicitada por el fiscal Gustavo Vidal Lascano para cruzar las muestras de ADN del niño y con las aportadas en la causa por Trimarco y su marido Daniel Verón, que falleció hace dos años. Ahora, la Cámara Federal deberá resolver la apelación.

La defensora calificó el estudio como “prematuro” e “infundado” y consideró que hasta  el momento no hay pruebas firmes sobre la presunta vinculación del niño con Marita. "Primero hay que investigar. No se puede dudar así nomás de la identidad de un niño con nada, porque eso es lo que hay en el expediente", afirmó hoy Crespi en declaraciones periodísticas, después de presentar la apelación.

La investigación judicial para determinar la filiación del chico se conoció por un artículo del diario cordobés La Voz del Interior. "Por distintos datos que está trabajando la Justicia podría ser el hijo de Marita en cautiverio. No podemos dar muchas precisiones porque se está investigando", dijo el viernes a esta agencia, José D’Antona, otro de los abogados que acompañan a Trimarco en la búsqueda de Marita.

El expediente se inició a partir de una denuncia realizada en junio por la propia madre de Marita, tras recibir un llamado en el que la alertaban que un niño criado por una familia de escasos recursos en una localidad cercana a Alta Gracia podría ser su nieto. En estos más de 12 años de búsqueda, las primeras referencias a esta posibilidad las tuvo Trimarco de mano de las mujeres que como Marita fueron víctimas de los tratantes. En el juicio, que se realizó en 2012, una de ellas señaló que Fernando “Chenga” Gómez –el dueño de uno de los prostíbulos donde fue vista Marita- podría ser el padre del niño.

El caso que investiga ahora la Justicia federal cordobesa apunta a la casa de una mujer que vive con seis chicos, según los vecinos del lugar en condiciones de extrema precariedad. Esto determinó la intervención de los servicios sociales de la comuna. Y el inicio de una investigación porque los chicos no estaban registrados o tenían “papeles falsos y documentación apócrifa”. Según informó la Fundación, esa documentación fue confeccionada por el actual Juez de instrucción Daniel Barria, quien, según Trimarco, fue defensor de la familia Gómez y de Liliana Medina.

En el comunicado dado a conocer el mismo día que trascendieron los hechos a la prensa, la madre de Marita Verón, advirtió que seguirá el caso hasta “saber quiénes son sus madres y conocer toda la verdad”. Las dudas sobre la identidad del niño agregan otro elemento: según él mismo afirma tendría 13 años, y los tiempos no coinciden con un posible embarazo de Marita mientras estuvo en cautiverio.

José “Chenga” Gómez está condenado a 22 años de prisión por el secuestro de Marita, pero salió el libertad bajo fianza en mayo de este año. No es la primera vez que se investiga el paso de Marita por Córdoba: en 2011 los investigadores excavaron un predio a la vera de la ruta 19 en Piquillín. En ese entonces buscaron el cuerpo de la joven desaparecida cuando tenía 23 años.