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Un aumento salarial y la promesa de no sancionar a los efectivos que participaron de las protestas pusieron fin a los reclamos policiales en la provincia de Salta. El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, propuso llevar el sueldo de un ingresante de 4.200 a 6.516 pesos y el Jefe de la Policía se comprometió a no sancionar a quienes adhirieron a las medidas de fuerza.

Marcelo Lami, jefe policial de Salta, acordó el fin de la protesta policial mediante el compromiso de que, por única vez, no habrá sanciones para quienes adhirieron a las protestas por cuestiones salariales. "Quiero agradecer a la policía de la provincia, que desde el lunes entendió que debía estar en su puesto de trabajo y por eso Salta solo vivió momentos de tensión menores", dijo Lami.

El jefe policial se reunió hoy con representantes del sector que mantenía la protesta, iniciada el miércoles pasado y protagonizada principalmente por un reducido grupo de policías en actividad, acompañados por familiares, cesanteados y exonerados, además de algunos agentes del Servicio Penitenciario.

La propuesta de las autoridades fue aceptada por la mayoría de los policías en actividad que se manifestaban en el Centro Policial Sargento Suárez, quienes decidieron volver a sus tareas laborales, mientras que quedaron protestando los exonerados, cesanteados y familiares.

Hoy Lami conversó extensamente con los representantes de la protesta, con quienes acordó firmar un documento en el que los policías se comprometen a volver al trabajo a cambio de dejar de lado las sanciones para el personal que se plegó a la medida de fuerza. El compromiso alcanza también a los efectivos del Servicio Penitenciario provincial.